Excursión a Valdezcaray

Salieron de Calahorra a las 7:15 de la mañana y llegaron allí a las 9:00. Al poco de llegar, los instructores dividieron a los alumnos en 4 grupos según su experiencia. Por una parte estaba el grupo 5x, formado por los más experimentados. Les seguía el grupo 6, compuesto por los que habían esquiado entre tres y cinco veces. El grupo 7 estaba constituido por los alumnos que únicamente habían esquiado una vez  y, por último, el grupo formando por los que no sabían nada acerca de esquiar, el 8.

Nada más llegar al parking, los alumnos tomaron los petos que permitían acceder a todas las zonas, y se los pusieron encima de la ropa. A continuación, subieron al telesilla para llegar a la cafetería, donde dejaron sus mochilas. Tras un rato de espera, fueron conducidos hasta la habitación donde adquirieron toda la equipación, incluyendo botas de esquí, esquís y casco correspondiente.

Las clases empezaron nada más colocarse el casco y botas. Cada grupo tenía una pista y una profesor asignado.

Pasadas las dos horas de clase, llegó la hora de comer. Los alumnos dejaron sus esquís en los guarda-esquíes, y entraron en el comedor. La comida consistía en un plato de macarrones con tomate y una ración de patatas fritas, además de un quebab. Los alumnos eligieron el postre entre natillas y mandarina.

Tras la comida, cogieron sus respectivos esquís y se dirigieron hacia las pistas en las que podían esquiar, según su nivel, para pasar el tiempo libre que les otorgaron. Tanto las pistas de iniciación como la Baby estaban asignadas a los principiantes, mientras que las pistas azules y negras, a los más experimentados.

Al finalizar esta actividad libre, los alumnos se cambiaron de ropa y recogieron sus mochilas. Bajaron de nuevo por el telesilla, y volvieron en el autobús.

 Fue una excursión que los alumnos disfrutaron al máximo, muy divertida y digna de repetir.