CRÍTICA GASTRONÓMICA "LA COCINA DE MAITE"

El pasado domingo tuve la oportunidad de comer junto a mi familia en el restaurante La Cocina de Maite, situado en la Calle Sagasta Nº6. En este local mi familia y yo pudimos degustar de un menú de cierta calidad por un precio bastante asequible. Cabe resaltar que el comedor no es muy grande y por tanto es muy recomendable ir con reserva previa.

Respecto a la comida he de decir que por lo general estaba todo muy bueno. Comida casera de una cantidad correcta y con sabores muy propios de nuestra tierra. Personalmente pude degustar un increíble salpicón de pulpo con verduritas y vinagre, aunque una pega le tengo que poner a este plato es que en la base había mucha judía verde y si por ejemplo este producto no te apasiona como es mi caso pues te llevas un gran fiasco. Otros integrantes de mi mesa pidieron distintos platos como caparrones, alubias blancas o lasaña de verduras. Pero si algo tengo que decir en contra de los primeros platos es que algunos miembros pidieron una paella que tenía muy buena pinta pero en el momento de probarla se dieron cuenta de que el arroz estaba pegado y que tenía un sabor muy extraño, muy probablemente a causa del pescado que lo acompañaba que como comentaron los expertos cocineros de la mesa estaba mal cocido.

Y ya hablando de los segundos platos hubo una gran discusión entre integrantes de mi familia y los de otra mesa sobre el punto de cocción de la carne que si no llega a ser por la intervención de mi abuelo eso se podría haber convertido en una auténtica batalla campal. Y en lo gastronómico hablando, el plato estrella de estos segundos fue sin lugar a dudas el pollo a la brasa acompañado con patatitas y pimientos verdes que mi primo pidió. Casi todos los integrantes de la mesa nos tomamos la libertad de degustarlo. Un poco más y el chaval se queda sin comer. Por mi parte pedí un secreto ibérico de gran sabor acompañado de cebolla caramelizada. Y mis abuelos tomaron una merluza al horno que como ellos mismos dijeron, estaba deliciosa.

Y para finalizar los postres que si soy sincero fue lo que menos me llamó la atención. Como postre estrella la tarta de chocolate con galleta que mi hermana pidió y como nota negativa el helado de limón que se equivocaron y era de naranja. Un fallo inconcebible en una cocina profesional.

Para finalizar puedo recomendar este sitio a todo el que le guste la comida de toda la vida y como antes he dicho es muy recomendable ir con reserva previa.