Un pendolista nos explica qué relación tiene con un grafitero
Viernes, 05 febrero 2016
Publicado en: ¿Qué pasa en el Sagasta?
El viernes 5 de febrero visitó a los alumnos de 4ºDiver Rufino Cerdeño, pendolista por vocación.
Cuando Rufino entró en la clase de estos compañeros, fue directo a la pizarra, y mientras la profesora Mariví explicaba quién era, Rufino ya había escrito algo en la pizarra, ¡le costó 20 segundos hacer esto!
Todos se asombraron lo rápido y “chulo” que había escrito en la pizarra. Con esta demostración nos empezó a explicar qué era un pendolista. Todos no teníamos ni idea de lo que era, yo creo que incluso la profesora tampoco sabía lo que era. Nos dijo que había sido profesor en León, y ahora estaba jubilado y cómo había venido de visita a Logroño, nuestro Director había aprovechado la ocasión para invitarle a explicarnos cuál era esa afición que el practicaba. Un pendolista es una persona que escribe con una buena caligrafía.
Nos enseñó sus plumas, sus plumines, cómo los hacía, qué diferencia había entre un plumín para escritura española y otro tipo. A Isabel, una compañera zurda, le dijo que un plumín que tenía no le servía porque estaba hecho para diestros. Tiberiu, otro compañero, le dijo: vaya tontería, si es un palo con una punta, ¡qué más da que lo coja con la mano derecha o con la izquierda!. Rufino nos enseñó que el plumín tenía una punta cortada, no en punta, y que el corte estaba hecho con la inclinación para escribir con la derecha, ahí estaba el problema.
Nos dijo que las firmas que hacen ahora los grafiteros, no son nada más que una nueva tipología de letras, y que tratan de hacer que su firma sea única y muy trabajada, cómo lo es la caligrafía que nos está enseñando.
Alguno de los compañeros se puso a escribir, ¡y lo que hizo es mancharse!. Rufino nos explicó que era normal, que no estabamos acostumbrados a escribir con estas herramientas.
Rufino también nos dijo que habían copiado El Quijote entre ¡1000 personas! Nos dijo que lo habían hecho en un instituto de el Toboso VER AQUÍ
Y para terminar, nos enseñó como con un palillo de un restaurante chino y un trozo de una lata de refresco, había hecho alguna pluma.
Después de darnos el papelito con nuestro nombre, le hemos hecho muchas preguntas, entre ellas si sabía escribir chino. Nos ha contestado que él es un “copista” y que sí ha copiado texto chino, pero que se hace con pinceles, no con pluma y que también había copiado texto árabe, pero que no sabía ni chino ni árabe.
¡Muchas gracias Rufino por tu clase de “pendolismo”!