Cabeza o corazón, esa es la cuestión.

La portada del "Rostro de la Sombra".

Miércoles, 23 marzo 2016

Publicado en: Regional

CABEZA O CORAZÓN, ESA ES LA CUESTIÓN

 (El rostro de la Sombra, Alfredo Gómez Cerdá)

Una gamberrada, un móvil, y un blog en internet. Los planes menos pensados pueden conducir a las consecuencias más imprevistas.
¿Cómo es posible que algunos vídeos de internet se difundan tan rápido?
Una escena interesante, una anécdota divertida… ya está todo inventado. Hay que grabar algo que llame la atención; esto es lo que pensaban los tres protagonistas borrachos del “Rostro de la sombra” en una bonita noche de primavera.

Su brillante idea consistía en tirar piedras desde una pasarela que cruzaba la carretera de Castilla (Madrid), para asustar a los conductores y que realizasen alguna maniobra. Lo harían de noche, para que así nadie descubriese sus identidades, y una vez grabado lo colgarían en las redes sociales para que se difundiese rápidamente. Pero ninguno de ellos se paró a pensar en las consecuencias que podían tener sus actos. Los días transcurrieron tranquilamente, hasta que un día los tres amigos se enteraron de que su pequeña gamberrada había causado la muerte de la madre de la novia de Iván, el líder del grupo. Éste durante días se reconcomio la cabeza, ya que su subconsciente le decía que le revelase la verdad a Nuria, pero se negaba rotundamente ya que lo que había empezado como una broma, terminase con la relación que tenían. Tal fue su egoísmo que incluso llego a “cargar el muerto” a su hermana pequeña, para quitarse la culpa. Ésta que ya no aguantaba más revelo a sus padres que Iván había sido el causante de la muerte de la madre de Nuria, sus padres se vieron envueltos en un caso delicado y grave ¿qué podían hacer?, ¿delatar a su propio hijo? o ¿culpar a sus amigos?

El rostro de la sombra es una historia de esas que te hacen reflexionar: ¿cómo una tontería, una simple diversión, puede arruinar la vida de tantas personas?

Hoy, les hemos leído el resumen de esta historia a varios adultos para que nos digan que opinan sobre el final, y sobre cómo actuarían en el lugar de los padres de Iván, qué harían: ¿delatar a su propio hijo? o ¿culpar a los amigos? Esto es lo que nos han respondido:

 

1ª Persona: yo sinceramente no culparía a los amigos porque no voy a meter a terceras personas por quitar la culpa a mi hijo, tampoco creo que lo delataría, es una pregunta muy difícil y espero no verme en esa circunstancia.

2ª Persona: es una situación complicada que no sabría muy bien cómo afrontarla, lo que haría sería dejar pasar el tiempo, porque no sería capaz de culpar ni a mi hijo, ni a sus amigos. Claramente no sé lo que haría.

3ª Persona: pues yo además de ser padre de familia también soy abogado, me ha tocado tratar bastantes temas así y sinceramente, doliendome mucho porque es mi hijo, lo entregaría a la justicia. Porque sino no aprendería la lección, y se acostumbraría a que sus actos no tuvieran consecuencias.

4ª Persona: yo por nada del mundo culparía a mi hijo aunque tuviese la culpa, porque además de él, toda la familia quedaría manchada por un tema como este. Lo que haría seria mudarme, cambiar de aires, irme a un lugar donde nadie me conociese ni a mí, ni a mi familia.

 

Es difícil tratar situaciones como estas, porque no sabes cómo actuar.

Tu cabeza dice lo que es lo justo, pero tu corazón dice lo contrario.

 

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