Las adicciones de los más jóvenes

Miércoles, 16 marzo 2016

Publicado en: Curiosidades

Volvemos a hablar con un trabajador de Proyecto Hombre, quien nos hace ver la realidad sobre las adicciones y sus graves consecuencias, esta vez, enfocado al tema de los más jóvenes.

El consumo de alcohol y drogas entre los adolescentes, él nos da su opinión a través de una metáfora: “Piensa en los pies de una geisha, que son vendados desde que son pequeñas para que se mantengan pequeños”.  Lo mismo ocurre con el cerebro de los menores. Todas estas drogas que se consumen hacen un efecto venda, ya que es a esa edad cuando el cerebro comienza a desarrollarse. Por lo que el cerebro podemos decir que no consigue llegar a lo que podría llegar. Existen casos en los que el consumo, sobre todo de cannabis, termina por destrozar tanto el cerebro, que los chavales se quedan tontos. El daño es evidentemente mayor cuando hablamos de conductas como la del botellón, ya que el cuerpo no está preparado para asimilar una cantidad así. Todo lo que no es capaz de limpiar, es absorbido, y va contaminando el organismo. Más uno que no está desarrollado. El consumo de cannabis, multiplica por cuatro la posibilidad de que un chaval que nunca tendría un brote psicótico lo tenga.

Esto hace que la mayor parte de los chicos jóvenes que acuden no provengan de los institutos, sino de la unidad de psiquiatría, dado que han comenzado a desarrollar alguno de estos brotes, manifestado en manías persecutorias, estados de ansiedad…

El juego también es un problema que últimamente se está incorporando  a los problemas de los más jóvenes. Nos cuenta que muchos institutos ya reclaman charlas sobre este tema.

El programa de Proyecto Joven es el que trata con los adolescentes. Normalmente se trabaja con los padres,  ya que en gran medida es un problema de límites, comunicación… Entonces, los que tienen que aprender de alguna manera a cambiar aquello que provoca esta situación y conseguir volver a abrir un canal de confianza y comunicación, que ha podido llegar a romperse; son ellos, los padres.  Este programa se denomina “Encuentro Familiar”. Una vez que trabajan con los padres algunos meses, acude el hijo. Éste no es tratado por el mismo psicólogo de los padres, para que el clima de confianza sea mayor y se mantenga la confidencialidad. No obstante, ambos profesionales están  coordinados, de manera que logren abrir nexos de unión, y el programa acabe funcionando para ambos simultáneamente.

Némesis

Curso: 4º ESO

Tutor: Anabel Marín Arellano

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