UN COLEGIO ECOLÓGICO

El pasado día 4 de febrero algunos alumnos del colegio Escolapias Sotillo se reunieron para hablar de un tema imposible de ignorar a día de hoy: el medioambiente.
Durante todo el día se habló de esos pequeños pero grandes gestos que, tanto alumnos como profesores, se han comprometido a hacer para empezar a cambiar las cosas. Los chicos de 4º ESO explicaron a los cursos inferiores diversos problemas medioambientales presentes en el centro como el derroche de agua o la contaminación a través de desperdicios, además de proponer diferentes posibles soluciones que todos podemos poner en marcha.

Alumnos en la ecoconferencia

En el apartado dirigido al agua se habló principalmente de cómo evitar que se desperdicie y contamine. Algunas de las propuestas más populares fueron cambiar los pulsadores estropeados o poner carteles en los que se recuerda cerrar bien el grifo al terminar…

En cuanto a los desperdicios destacaron la importancia de reciclar bien y separar los residuos según el material del que estén hechos. Además de recalcar en varias ocasiones que no podemos tirar la basura donde nos apetezca simplemente por pereza o falta de atención. En cuanto a soluciones destacó la concienciación sobre el tema a los más pequeños pues se llegó a la conclusión de que el primer problema es la desinformación.

Al terminar las exposiciones se realizaron otras actividades en las que se escogieron los problemas en los que se va a centrar el colegio y las soluciones que se llevarán a cabo a lo largo de este año. Además entre todos los alumnos eligieron a los compañeros que representarán a Escolapias en la Confint de La Rioja y compartirán sus ideas con los alumnos de otros institutos.

A través de los resultados obtenidos en las mediciones nos damos cuenta de lo realmente grave que es el problema y de lo necesario que es encontrar soluciones, por ello ya son muchos los colegios que se han apuntado a este reto para conseguir avanzar hacia la sostenibilidad. Gracias a este tipo de reuniones los jóvenes estamos cada vez más concienciados y con ellos la gente que nos rodea. Por fin la, hasta ahora, utopía de vivir en ciudades que estén en paz con el medioambiente comienza a hacerse posible.

Dante y Granger