Incultura en las calles

Lunes, 15 febrero 2016

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No somos conscientes de las faltas ortográficas que cometemos y de lo que estas afectan a nuestro alrededor. Empezando por una simple lista de la compra y acabando por señales de tráfico o letreros de calles.
Algo que se supone que empieza siendo una broma como este cartel, acaba siendo un mal ejemplo para los ciudadanos que se van a encargar de la educación de las futuras generaciones.
Sin título
Desdeñamos este tipo de carteles, catalogándolos de graciosos sin darnos cuenta de que las cosas de las cuales nos reímos son las que nosotros mismos hacemos.

En La Rioja tenemos de ejemplo un cartel en el que no se nota la falta ortográfica a simple vista, donde debería estar la L mayúscula, la ponen minúscula. No es una falta gravísima, pero muestra la ignorancia de nuestro idioma, el castellano: los nombres propios empiezan siempre con letras mayúsculas.
Incultura en las calles
Escribir la Coruña es equivalente a lo puesto en este cartel y nadie lo escribe con minúscula. El artículo es parte del nombre, como también sucede con la ciudad holandesa de La Haya.
Cada vez son más las faltas ortográficas que provocan suspensos en exámenes o las que aparecen en miles de whatsapp o mensajes que enviamos todos los días.
Pretendemos con esta noticia que la gente empiece a ser consciente de lo importante que es la lengua y la ortografía en nuestra vida cotidiana. Si tenemos una buena ortografía lograremos facilitarles la vida a los demás: extranjeros que vienen a aprender el idioma; y a la vez, nos facilitaremos las cosas los unos a los otros, ya que solo con un poco de esfuerzo podemos mejorar la cultura.
La imagen que transmite un texto con faltas de ortografía es horrible. Uno queda retratado por su forma de escribir.

Hijas de la noticia

Curso: 3º ESO

Tutor: Adolfo Lezana Muñoz

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