Una segunda oportunidad
Domingo, 07 febrero 2016
Publicado en: Mi ciudad
¿En qué consiste este proyecto?
Las siglas del proyecto significan “Centro Educativo de Orientación Social para la Inserción Comunitaria”. Es un piso donde vienen personas que están en riesgo de exclusión social, para hacer aquí un proceso de incursión en la sociedad.
¿Desde cuándo ofrecéis este servicio?
Este recurso está desde finales del 2008. Inicialmente nuestras oficinas estaban en el piso de mujeres, pero en el 2012 nos trasladamos a este.
¿Quién gestiona este proyecto?
Los diferentes pisos que nosotros tenemos los gestiona Cáritas Diocesana de Logroño, pero lo llevamos a cabo un equipo educativo formado por dos personas, yo, Elena, y mi compañero Alberto. Estamos de lunes a viernes de 9:00 a 17:00.
¿Os da el Gobierno ayudas?
El Gobierno de La Rioja, a este proyecto, no nos da una ayuda directa, pero sí hay otras entidades privadas que nos dan ayudas puntuales, pero es sobre todo el Ayuntamiento de Logroño el que aporta una gran ayuda y una gran subvención. Desde que este recurso se implantó todos los años hace una gran aportación económica. Cáritas Diocesana también hace su aportación económica.
¿Cómo han llegado a conocer este proyecto las personas que hacen uso de él?
Las personas que acuden a nuestro centro vienen derivadas de distintas áreas. La mayor parte vienen del Centro Penitenciario de Logroño, las trabajadores sociales nos derivan a los participantes. También Cáritas Diocesanas, el CMA (Centro Municipal de Acogida), el Proyecto Alaska… Otros tipos de proyectos que también trabajan con personas en riesgo de exclusión social. Cualquier agente sociocomunitario nos puede derivar aquí a una persona. Nosotros le hacemos una entrevista diagnóstica o de valoración, y si cumple los perfiles que nosotros exigimos aquí, el equipo educativo le hace una petición de acogida y si no es así de rechazo.
¿En qué condiciones pueden acudir aquí las personas?
Las personas que acuden aquí pueden venir en tercer grado, en libertad condicional o en libertad total. Suelen venir personas que están de permiso, o que ya no tienen que acudir diariamente al Centro Penitenciario y se pueden quedar aquí a dormir o ya están en libertad total.
¿Hay un número concreto de plazas?
A pernoctar (pasar la noche) pueden venir ocho personas, sólo hombres. De centro de día hay unas 15 plazas, vienen a hacer actividades, desayunar, comer o cenar.
¿Qué tipo de actividades hacéis?
Hacemos actividades de todo tipo, de ocio y tiempo libre, talleres, charlas… Recientemente han venido a dar una charla informativa de las ITS (infecciones de transmisión sexual).
¿Pueden acudir hombres y mujeres a este piso?
En este piso, de centro de día pueden venir ambos, pero sólo pueden pernoctar hombres. Tenemos un piso que es para mujeres, a día de hoy en ese piso reside una mujer. Esta mujer va a dormir a ese piso, pero viene a hacer el resto de actividades aquí, si necesita hablar con los educadores acude aquí, al CEOSIC, para comer o cualquier tipo de charla o taller viene a hacerlo aquí.
¿En el piso de mujeres cuántas plazas hay?
Hay 6 plazas, pero es raro que esté completo, dado que en el Centro Penitenciario hay muy pocas mujeres, hay muy pocas reclusas.
¿Se les da de comer aquí o van a comer a la cocina económica?
Hasta hace unos años, los propios participantes junto al equipo educativo gestionábamos también el tema de la comida y la cena, pero desde hace unos años, gracias a la colaboración de cocina económica, recogemos allí la comida y la cena y de esta manera no tenemos que ponernos a cocinar. De todas formas, solemos tener a lo largo del año algunos talleres de cocina, puesto que este recurso es un puente para la reinserción total de la persona en la sociedad.
¿Hay alguien supervisándoles todos los días?
Mi compañero y yo estamos aquí de lunes a viernes de 9:00 a 17:00, el fin de semana están solos, porque uno de los objetivos de este proyecto es que se autogestionen su propia independencia. De esta manera tienen un seguimiento de lunes a viernes y el fin de semana se gestionan ellos solos para que pongan en práctica lo que han ido aprendiendo.
¿Suele haber conflictos entre los residentes?
Por regla general no suele haber ningún conflicto, pero cuando los ha habido de forma muy puntual hay un teléfono al que nos pueden llamar, pero generalmente nunca se ha dado esa circunstancia.
¿Tienen un tiempo determinado para permanecer aquí?
No hay un tiempo establecido, depende del proceso que quiera llevar a cabo el participante. El protagonista fundamental es él. Nosotros establecemos una serie de objetivos junto con él, donde abarcamos el área laboral, personal, familiar, de salud… Es el propio participante a medida que va avanzando en su propio proceso el que establece la temporalidad. La media es de 6 meses a 1 año.
¿Tiene tiempo para buscar trabajo?
Sí, todas las mañanas sacamos un ordenador portátil para que miren ofertas de empleo en internet o hablen con sus familias. También tienen tiempo de echar currículum.
¿Tienen obligaciones o tareas dentro de la casa?
Sí. Este es como su piso, por lo que ellos los gestionan. Hay un tablón en el que cada día tiene cada persona una actividad, ir a por el pan, limpiar los baños, recoger la mesa (ya que intentamos comer todos como una familia), limpiar el suelo…