La noticia que nunca nos hubiera gustado escuchar, semana del 29 de enero al 5 de febrero

Durante esta semana ha habido varias noticias que nos habría gustado no escuchar. Por ejemplo, saber que hay más de 5000 menores refugiados desaparecidos en Alemania nos hiela la sangre. La oficina federal de criminalidad Alemana (BKA)  ha logrado confirmar que hay 4749 menores refugiados desaparecidos después de llegar al país en busca de asilo y en solitario,sin ser acompañados por ningún  adulto.

 

 

Otra noticia que nos ha impactado ha sido la del aterrizaje de emergencia que tuvo que hacer un avión en Somalia, ya que se produjo una explosión a bordo de la nave y parece ser que fue por una bomba. Este suceso ha dejado un muerto y dos heridos.

También conocimos que un total de 48 personas habían sido detenidas acusadas de pedofilia en nueve países en una operación internacional. Seis de ellas han sido arrestadas en España por agentes de la Unidad de Delitos Tecnológicos. Todos eran hombres de entre 30 y 60 años, según los datos de los investigadores, y la mayoría eran reincidentes, ya habían sido detenidos o investigados por un delito sexual contra menores e incluso condenados.

Pero la noticia que más nos ha impactado esta semana y que nunca nos hubiera gustado que hubiese ocurrido debido a la magnitud de sus consecuencias, ha sido el terremoto de Taiwan. El seísmo, de magnitud 6,4, ha afectado a la ciudad sureña de Tainán, donde 14 edificios se han venido abajo. De uno de ellos, de 17 plantas, los bomberos y equipos de emergencia han conseguido rescatar a 120 personas. En otro rascacielos, de 16 pisos, más de 30 supervivientes han sido sacados de entre los escombros, pero las autoridades temen que muchos residentes queden aún sepultados. Según informan los medios taiwaneses, entre los inmuebles afectados hay una clínica para recién nacidos y mujeres que acaban de dar a luz.

 

 

El terremoto ha sido tan fuerte porque tuvo su epicentro a solo 10 km de profundidad y ocurrió a las 4 de la madrugada (9 de la noche hora española). Los equipos de rescate y militares siguen buscando supervivientes entre los cascotes y los heridos siguen recuperándose de sus fracturas y contusiones. Ya sabemos que no está en la mano del hombre que noticias como estas no vuelvan a ocurrir, ya que no podemos controlar la naturaleza, pero sí es verdad que si un terremoto de esta misma magnitud hubiese ocurrido en otro país más desarrollado, quizá no hubiese provocado ningún fallecido. Así que si no podemos pedir que esto deje de ocurrir, por lo menos deseamos que no haya tantas víctimas y heridos.