Enamorada de... la educación infantil. Ángela Cordón
Miércoles, 23 marzo 2016
Publicado en: Enamorados de...
Hoy, lunes, 21 de marzo, ha estado con nosotros en el instituto Ángela Cordón, una chica joven que el año pasado sacó a la luz su primer libro infantil, El monstruo que quería ser una hermosa mariposa. Esta vez no teníamos la entrevista preparada, ya que Adela, nuestra profesora, nos comentó que no sería necesario, que las preguntas nos iban a ir saliendo solas porque nos iba a resultar muy interesante lo que nos iba a contar Ángela. Y así fue. Y es que nuestra sorpresa fue que ella no vino solo a hablarnos sobre su libro, sino sobre su actual trabajo como profesora en un colegio de enseñanza libre, la Cooperativa Peñas Blancas, en Cartagena, Murcia. Cuando nos contó cómo funcionan en ese colegio todos nos quedamos con la boca abierta y tuvimos que preguntarle todas nuestra dudas. Pero no me voy a adelantar, vamos a ver qué nos contó Ángela y qué dudas nos surgieron a nosotros.
De los primero que nos habló fue sobre el segundo libro que ya ha escrito, un cuento sobre educación en valores. Nos ha dicho que ha gustado mucho y que trata las emociones a través de un bosque con animales. Ahora el libro se encuentra en proceso de publicación.
Las preguntas que nos surgieron sobre su primer y segundo libro fueron las siguientes:
¿Cuánto tardaste en escribir tu primer libro?
Tardé aproximadamente un mes, poquísimo, porque vino la inspiración esa que dice que le vienen a los artistas. Y después de escribirlo me empecé a mover para publicarlo, y eso ya me llevó más tiempo, unos tres meses. Pero hace ya un año que lo publiqué.
¿Piensas seguir escribiendo?
Sí. Como ya os he dicho, el segundo libro ya está escrito. Espero que me lo publiquen pronto.
¿Quién realiza las ilustraciones de tus libros?
Los dibujos los hace la propia editorial, que tiene una ilustradora. Yo le expliqué lo que quería y me mandó el boceto. Tuvimos suerte y acertó a la primera, después de haberle explicado yo cómo quería que fuesen mis personajes principales: un hada, un monstruo y una mariposa.
¿Te ha editado este primer libro la misma editorial que el primero?
No, porque la primera era privada, en la que tú pagas por la impresión y luego lo vendes al precio que quieres. Ahora mi intención es hacerlo sin pagar y por eso me está costando un poco más.
Y en esto consistió la primera parte de nuestro encuentro. Después de esto, Ángela nos explicó que había empezado a trabajar en Cartagena, en la provincia de Murcia, y antes de contarnos nada más, nos puso el siguiente vídeo para hacernos una idea de lo que hace allí:
Después de ver este vídeo, Ángela nos contó que en este colegio no existen las asignaturas, no hay exámenes, no se mandan deberes, no hay pupitres para sentarse como en las clases que nosotros conocemos… “¿Puedo ir contigo?” le pregunta Laura entre risas de los demás.
En esta escuela se entra a los tres años y se termina a los doce. Y no solo está en Murcia, sino que ahora están surgiendo en muchos más lugares: hay en Barcelona, Madrid, Asturias, Málaga, Pamplona (pero este no está homologado), Valencia…Y está homologado, es decir, que aunque tenga estas peculiaridades, todos los niños salen con su título de primaria como cualquier otro chico de una escuela “normal”.
En esta Cooperativa Peñas Blancas el entorno juega un papel muy importaste y todo tiene que estar acondicionado para que al niño le resulte atractivo. Y la peculiaridad que tiene esta escuela es el curriculum: son los niños los que llegan a alcanzar las metas de la etapa a partir de sus curiosidades y necesidades. Se les deja que descubran, que indaguen… que decidan ellos en cada momento qué es lo que les apetece hacer. Para ello, las puertas de las diferentes salas están siempre abiertas (sala de psicomotricidad, de juegos, el patio…) y los alumnos pueden entrar y salir a su antojo. Además, los padres pueden acompañar al niño durante su proceso educativo para acompañar al niño cuando él lo necesite.
¿Qué horario lleváis?
A las 8:30 van llegando los primeros alumnos, pero pueden venir cuando quieran. A las diez y media se les ofrecen los talleres, a los que están libres de acudir o no, y al final del día se hace la asamblea donde los alumnos nos cuentan qué talleres les apetece hacer. Y a las dos de la tarde, cuando terminamos, nadie se quiere ir a casa por esa sensación de felicidad y de estar cómodos que tienen los chicos.
Pero los niños, ¿aprenden todo lo que tienen que aprender? A sumar, a leer...
Sí, todos lo aprenden en un momento u otro. Por ejemplo, tenemos una niña de siete años que ha aprendido a leer en tan solo un mes. Esperamos a que ella quisiese aprender, a que sintiese la necesidad de aprender a leer, y lo consiguió en un tiempo récord. No hay nada como la motivación y las ganas para que los chicos aprendan. Así que siempre consiguen los objetivos y muchas veces los superan.
¿Cuántos niños y profesores estáis en este colegio?
Somos seis profesores, pero en realidad no somos profesores sino acompañantes. Aunque muchos niños nos llaman maestros o señoritas, nosotros les decimos que nos llamen por nuestros nombres. Solo intervenimos si ellos nos piden ayuda, si no les dejamos aprender por ellos mismos. Y niños hay 32, pero tenemos capacidad para 75.
¿Cómo se mantiene económicamente este colegio?
A través de los padres. Pagan 1500 euros por persona, si es una pareja 3000. Cuando entras a la cooperativa pagas y luego se te devuelve cuando el niño termina la escuela. Y luego son 240 euros por niño al mes. No recibimos ninguna ayuda, se mantiene todo por las familias. Hay un par de familias que ya son cooperativistas y van pagando antes de que los niños vayan y están metidos en el proyecto.
Pero entonces, ¿cómo aprenden las matemáticas?
Pues a través de juegos, de talleres… Al final llegan con todos los conceptos aprendidos pero sin obligarles a estudiar cada trimestre unos temas determinados, sino conforme ellos tengan interés por la materia. Por ejemplo, ahora tenemos un niño que lleva todo el mes buscando caracoles, desde que entra al colegio hasta que sale. Y nosotros le dejamos. En lugar de estar estudiando la lección de los caracoles por un libro, lo hace de verdad. Y aprende conceptos de grande y pequeño, qué come, diferentes texturas, cómo se reproduce…
¿Siempre alcanzan todos los objetivos?
Nosotros no podemos hablar de nuestra experiencia, porque llevamos funcionando solo dos cursos y nuestros alumnos son pequeños aún, pero según las referencias que tenemos, sí, todos los alcanzan.
Las asignaturas de ciencias quizá son más fáciles de explicar por medio de experimentos y comprobaciones, pero, ¿cómo explicáis las de letras?
(se ríe) Es que nosotros no tenemos asignaturas, no existen. Es difícil de hacerse a la idea pero es así. Y lo que hacen es consultar materiales, libros, juegos, vídeos, mapas, puzzles, juegos de mesa…
¿Entonces aprenden todo a base de jugar?
Sí.
¿Y a leer?
Cuando ellos quieren, cuando tiene la necesidad. Igual con cuatro o cinco años no están preparados todavía, porque hasta los seis años no se está. Antes es forzarle. Y luego a los seis o siete aprenden enseguida, como el caso que ya os he contado. Llega un momento en que ellos te piden que quieren leer en lugar de que les leas tú los cuentos. Y ahí es cuando aprenden.
¿Los niños comen en el colegio?
No, no tenemos comedor, pero si quieren, los padres pueden traer la comida y comen con ellos allí. Y no tenemos hora de almuerzo, cada niño coge su almuerzo cuando tiene hambre.
¿No ponéis notas, entonces?
No hay notas en sí que se les den a los padres. Hay un registro interno y criterios de evaluación internos. Pero todos alcanzan las capacidades, no es importante la nota.
¿Y los niños no se frustran cuando tienen que pasar a la secundaria? Porque después de tanto juego y tanta libertad…
No, la verdad es que se les va preparando para lo que va a venir, y ellos hasta tienen ilusión por comenzar algo nuevo. No es lo mismo acostumbrarse a estar sentado a los tres años que a los once. Así que se adaptan bien. Se sienten mayores. Además, trabajamos mucho el tema de las emociones, de la resolución de conflictos…No se pegan, no hay conflictos en nuestra escuela. Ellos dicen “no hagas eso que no me gusta”. Y eso es una ventaja para cuando pasan a la secundaria.
¿Y tenéis Educación Física?
(Ángela se vuelve a reír) Es que, como ya os he dicho, no hay asignaturas. Tenemos un aula de psicomotricidad con espalderas, colchonetas, bloques… Tienen también todo el patio. Si ellos deciden jugar y estar allí, pueden hacerlo libremente. Igual que no hay que pedir permiso para ir al baño ni para almorzar, ni para entrar y salir de clase. Los límites son no molestar a los demás, cuidad del material y respeto a los demás. Incluso algunos vienen disfrazados de casa o se pasan el día con patines…
Como dijo Laura, una de las chicas de El correo del señor Berceo, “eso es el paraíso”. Y debe de serlo para los 32 niños que “estudian” allí y que cada mañana son libres de decidir qué quieren aprender.
Nos encantó esta charla con Ángela Cordón y, ya que nosotros no vamos a poder disfrutar ya de esa educación…¡ojalá lo hagan nuestros hijos!
¿Queréis ver un vídeo resumen de lo que fue la charla?
https://www.youtube.com/watch?v=OZSv1-oYWkE