Tecnología para medir las emociones
Jueves, 21 enero 2016
Publicado en: Tecnologías
Las grandes compañías ya no se conforman con saber tus aficiones y preferencias, ahora quieren conocer lo que sientes. Pero, ¿cómo saber las emociones de los usuarios? El mercado del reconocimiento facial empieza a crecer en el mundo con una atención especial a los sentimientos. Apple anunció hace dos semanas la adquisición de Emotient, una empresa de inteligencia artificial que reconoce las emociones en nuestros rostros.
Y el movimiento de Apple no es el único entre las tecnológicas. IBM está desarrollando productos que tienen en cuenta el tono de la voz para saber el estado de ánimo del usuario, mientras que Microsoft, a través de su servicio Project Oxford, permite a cualquier usuario analizarse para comprobar sus emociones: ira, desprecio, miedo, tristeza, sorpresa, felicidad o desaprobación. Además, tanto Facebook como Google son propietarios de un software en el campo de la lectura facial básica.
Los científicos han comprobado que las emociones son la parte desencadenante de la acción en el proceso de toma de decisiones, por lo que conocer lo que siente un cliente se convierte en una información muy preciada para las empresas.
“El error que cometen las empresas es pensar que la decisión de compra forma parte de un proceso racional, cuando sabemos que la respuesta está en el subconsciente y en la parte emocional que activa la conducta. En este punto el análisis emocional es el que permite obtener datos fiables acerca de la percepción emocional que tiene el mercado sobre un producto y, por tanto, descubrir las razones que realmente mueven la conducta de sus consumidores”, afirma María Pocoví, CEO y cofundadora de Emotion Research LAB.
La compañía valenciana, que ha desarrollado su propia tecnología y un algoritmo, registra los movimientos de los músculos faciales basándose en un sistema de codificación facial. “Gracias a este análisis, las empresas pueden conocer qué sensaciones suscita el envoltorio del producto, el sabor, la textura e incluso el grado de atención del usuario graciasa la tecnología eye tracking (seguimiento del ojo)”, comenta Pocoví. Empresas como Deloitte, Sigmados, Liverpool o Unilever utilizan ya esta tecnología.
A. Benito