Intentando repartir alegría

Ayer 26 de febrero, un grupo de jóvenes rumanos de la iglesia evangélica Noua Speranta, organizamos una salida por Logroño para repartir bocadillos y té caliente a las personas más necesitadas que viven en la calle.

Cada uno contribuimos con un euro para después ir a comprar lo necesario para los bocadillos. En total, participamos diez niños más cuatro adultos que eran los supervisores. Esta salida fue organizada, debido a que estos últimos días ha hecho frío, y queríamos repartir algo de alegría a los más desfavorecidos.

Una de las personas con las que hablamos fue Julián, un señor que venía de León, según afirmaba, porque su familia no quería hacerse cargo de él. Nos contó lo dura que había sido su vida y el hambre que pasaba a veces.

Aunque reciban alimentos en los comedores sociales, que haya ido un grupo de niños a hablar con ellos les ha traído un poco de alegría y felicidad.