¡Cuidado con los niños!

Esta oruga comúnmente llamada la Procesionaria del Pino, hace sus primeras apariciones diurnas en la acera cercana al Parque de los Enamorados.

Durante todo el invierno, esta oruga sale de su nido del pino todas las noches para alimentarse de las hojas del árbol, regresando otra vez al nido al amanecer. Al principio de la primavera, cuando las orugas alcanzan su estado de madurez (entre 25 a 40 mm.), se organizan y empiezan el descenso del árbol. Lo hacen siempre siguiendo a una hembra que es la que va siempre delante de la fila marcando el paso. Es muy curioso su comportamiento ya que si quitas una de las orugas del centro de la fila, otra ocupará rápidamente su lugar, pero sin embargo si eliminas a la cabeza de la fila, estas se desorientan y no saben donde ir.

Todas las orugas buscan un lugar donde enterrarse para convertirse posteriormente en mariposas.

Curiosamente resulta una atracción para algunos niños, que se dedican a pisotearlas o simplemente observar. Pero hemos de saber algo más sobre ellas. El pelo urticante de la oruga se clava en la piel actuando como un arpón, y contiene una ampolla de tóxico que provoca la liberación de histamina* y consecuentemente la reacción alérgica. Si se molesta a la hilera, las orugas se consideran amenazadas y como defensa, lanzan los tricomas** urticantes al aire.

*Histamina: hormona que actúa en grandes cantidades en procesos inflamatorios.

**Tricomas: así se llaman los pequeños “pelitos” que recubren a la oruga. Son de muy pequeño tamaño y pueden clavarse en la piel de la persona que la toca, pero también en aquella persona que en presencia de viento, se aproxime a ellas.

El siguiente vídeo nos muestra cómo es el desplazamiento de las filas de la procesionaria: