EL LABERINTO DE LAS TRES “P”

Miércoles, 23 marzo 2016

Publicado en: Ocio y Cultura

En esta ocasión el equipo “Cazadores de noticias” hemos visitado Bodegas Ontañón para realizar una visita guiada y entrevistar a Raquel, hija del dueño fundador.

 

 

Jesús, nuestro guía, nos contó algunas curiosidades y un poco sobre la historia de esta maravillosa bodega en las que se pueden encontrar varias esculturas del artista Miguel Ángel Sáinz.  Nos explicó un poco sobre la historia del dios del vino, Dionisio que preside la sala de barricas. Más tarde nos llevó a una sala-museo donde albergan gran cantidad de esculturas y cuadros del artista, en la que nos destacó uno “Baco joven”. Nos comentó que si nos fijábamos bien en el cuadro, el Dios sujeta una copa que representa la llave para entrar en el mundo del vino. El joven tiene apoyado el codo en una pared donde hay tres animales: un pájaro, un león, un espacio en blanco y un asno, lo cual significa que si bebemos vino, dependiendo de la cantidad de vino que bebamos pasamos por diferentes fases. Un poco de vino, alegres, nos da por cantar, contentos, felices como los pajarillos. Más cantidad de vino, lo que antes te daba vergüenza ya no, te vuelves como un león. En ese espacio el dios nos abandonará, dado que si continuamos bebiendo más vino nuestro comportamiento es la estupidez del asno, hacer burradas.

Joven Baco

Joven Baco

A continuación entrevistamos a Raquel, empresaria casada y con tres hijos que a pesar de sus abundantes viajes al extranjero tiene tiempo para su familia, trabajo e incluso para regalarnos algo de su tiempo para contarnos un poco la historia de sus queridas y familiares bodegas Ontañón.

-Raquel, sabemos que Bodegas Ontañón fue fundada hace más de 25 años, que es una bodega familiar ¿puedes comentarnos cómo fueron los comienzos, en qué lugar y año de esta experiencia en la viticultura riojana?

Sí, por supuesto. Familiar sí, de hecho ahora está  mi padre al mando de todo esto como presidente de toda a compañía y luego somos cuatro hijos pero estamos trabajando tres de ellos en la bodega ahora. Está Leticia que lleva temas de innovación y comercial, yo llevo parte de comercial y grandes cuentas y relaciones externas y luego esta Rubén que es el que lleva toda la parte de lo que es la producción. Respecto a que es una bodega familiar tenemos que diferenciar dos cosas; una cosa seria lo que es viñedo y otra cosa es lo que es bodega. En viñedo estamos en la quinta generación porque nuestro tatarabuelo ya tenía viñedos  y luego lo que es la bodega la hicimos en el año 1985, con lo cual pues ahora tiene 35 años, lo que es la bodega, bodegas Ontañón. En cuanto a situación, nosotros nos encontramos en La Rioja Baja. Por tradición ha habido muchas bodegas en Rioja Baja, pero  nosotros fuimos unas de las primeras bodegas ahí y yo creo que ahora es una de las que tiene una cierta notoriedad. Nosotros estamos en Rioja Baja per en un término muy especial, en un pueblo  pequeñito llamado Quel, que está situado a una altitud de unos  400m, es decir a más altitud que Logroño, o sea que tenemos una parte de Rioja Baja, pero en una altitud muy elevada, entonces el vino cuanto más alto hasta llegar a un límite es de mejor calidad. Además también tenemos viñedos en La Sierra de Hierba, a una altitud muy alta de unos 700 y 800m, lo que te dan una calidad muy buena.

-¿De dónde proviene el nombre de bodegas Ontañón?

Nosotros, la familia nos llamamos Pérez-Cuevas, y claro no íbamos a poner Bodegas Pérez, entonces decidimos llamarlas Ontañón, que es una zona de viñedo de nuestro pueblo, Quel. Nos gustó porque suena muy fuerte y rotundo, además tiene tres silabas, y normalmente la gente de marcas dice que una marca tiene que tener como máximo tres silabas para que se pueda recordar y tiene que ser rotundo y fuerte y que se pueda pronunciar en varios idiomas porque si coges un nombre raro, difícil de pronunciar en español, en inglés no te lo pronuncian de ninguna manera.

-¿Trabajáis toda la familia en Ontañón? ¿Tenías claro desde siempre que querías trabajar en el negocio familiar?

Trabajamos parte de la  familia, no toda. Claro no lo tenía, mis padres nunca nos han dicho a trabajar a la bodega sí o sí, pero por ejemplo yo cuando estudié, que lo hice aquí en el  instituto Sagasta, en el bachillerato internacional, sí que en el trabajo de fin  estudios fue un tema de vinos. Luego cuando fui a la universidad hice ingeniero agrónomo, que tenía que ver también con el campo y con la viña, y mi proyecto final de carrera fue una bodega. Entonces obligado no, que lo supiera a ciencia cierta pues tampoco, también me gustaba mucho viajar y pensaba que iba a acabar en cualquier país o en cualquier sitio pero al final pues empezamos este proyecto de la bodega  de Logroño y era un proyecto muy bonito y creo que eso me enganchó, y desde entonces, ya casi 20 años…

-¿Cuántos tipos de vino elaboráis? ¿Además cuál es vuestro vino estrella?

Por una parte elaboramos crianza, reserva y gran reserva pero también por ejemplo aquí en Rioja hacemos una  maceración carbónica o un clarete que son cositas muy tradicionales de aquí de La Rioja que no se habían llevado fuera pero que las estamos llevando y dando a conocer. Son proyectos muy bonitos. Ahora, por ejemplo, en Navarra estamos haciendo un vino de solo cinco grados y medio de alcohol, llamado dulce,  que tiene menos alcohol que una cerveza y está teniendo un éxito impresionante. Respecto a nuestro vino estrella se podría decir que en cuanto a ventas sería el crianza y el reserva, pero en cuanto a espíritu Ontañón, la colección mitológica.

-¿Cuántas variedades de uvas utilizáis para hacer el vino y cuál de ellas es la más importante en vuestra elaboración?

En Rioja se pueden utilizar  siete variedades, cuatro tintas y tres blancas. Las tintas son tempranillo, garnacha, marciano y graciano. Nosotros de esas cuatro utilizamos tres: tempranillo, garnacha y graciano. El tempranillo es la más importante de toda La Rioja y es la base también de nuestros vinos. Es una variedad de la que tenemos que estar muy orgullosos todos los riojanos y que se llama así porque es una uva que madura muy temprano. Luego la garnacha tenemos menos debido a que estamos a una altitud mayor que otra gente. Lo que si tenemos muchísimo es graciano, que es una variedad buenísima. Dicen que solo se da en La Rioja y la utilizamos para reservas y grandes reservas.  Y de blancos tenemos mucho de viura.

-¿El vino que elaboráis solamente es con vuestras uvas, o necesitáis más cantidad de otros viñedos?

Los vinos que producimos  en Ontañón son de nuestro viñedo ya que son una producción limitada. Pero los vinos que vendemos a otras empresas, o a grandes almacenes, son grandes producciones y trabajamos con cooperativas. También hay que destacar nuestro trabajo con viticultores de nuestra zona que han estado más de 25 años trayéndonos uva. Tenemos muchas hectáreas pero para toda la producción no es suficiente.

-¿Las uvas de cada viña van destinadas a un solo tipo de vino?

Sí, van destinadas a un tipo diferente de vino. Cada año es diferente. Hay cuatro factores que condicionan la calidad del vino cada año y son: la tierra, la variedad que se planta, como lo cultivas, como lo mimas, y por último la climatología. Aquí en nuestras bodegas tres de ellos intentamos  que no varíen de un año a otro. Como he comentado antes, cada año puede variar el sabor de vino pero no por el hecho de obtener la uva de  diferentes viñas, si no por alguno de los cuatro factores, principalmente por las inclemencias del tiempo.

-¿El proceso de elaboración del vino lo realizáis siempre en la misma bodega?

Sí, siempre en una bodega determinada, para cada tipo de vino, ya que nos es imposible mezclar claretes con tintos o viceversa, etc.

-¿Cómo se puede distinguir un buen vino de un mal vino?

Es muy complicado, pero creo que si el vino tiene un problema, es decir que se ha convertido a vinagre, o bien un problema de corchos, etc, es fácil distinguirlo ya que si hay un fallo o defecto  es inevitable saberlo. Pero para diferenciar un vino bueno, en mi opinión me baso en el dicho de “para gustos los colores” ya que cada uno tiene su gusto y lo que a uno le puede gustar otro lo puede odiar, es algo subjetivo. Es más difícil definir que es un buen vino que un mal vino.

-Tú Raquel ¿tienes un  vino preferido?

Yo sinceramente creo que  es imposible elegir uno en concreto, ya que son  muy diferentes, los quiero a todos, son como mis hijos.

-¿Qué cantidad de botellas aproximadamente vienen a embotellar al año?

De la marca Ontañón hacemos como un millón al año ya que como ya he comentado antes son ediciones limitadas, y de las otras marcas o variedades realizamos  como varios millones al año, también depende si ese año ha habido buena cosecha o no.

-Aunque Ontañón es  una bodega familiar, ¿os habéis expandido mucho? ¿Con cuántas bodegas contáis ahora mismo y dónde están ubicadas?

Nuestra familia cuenta con dos bodegas en La Rioja, que son ésta bodega museo de Logroño y la de Aldea Nueva de Ebro. En Rivera de Duero contamos con una, en Navarra con otra y por último, en la ciudad de Rueda, especialmente para verdejos.

-¿Qué importancia crees Raquel que tiene el enoturismo para la rioja?

Pues muchísimo, en La Rioja empezamos más tarde  con esta actividad pero aun así, nosotros teníamos una bodeguita en Quel en la que mi madre, cuando trabaja en ella empezaba a recibir como unas 10000 visitas al año allá por los años 80, de gente de diferentes países así como Italia, Suiza etc., y así es como nos dimos a conocer porque no hay mejor patrocinador que las personas o  clientes. De hecho la bodega en la que nos encontramos ahora mismo es una de las bodegas que más visitas de colegios recibe al año en La Rioja.

-¿Qué importancia ha tenido para vosotros, el artista riojano ya fallecido Miguel Ángel Sáinz, ya que vuestra bodega museo alberga una colección privada de esculturas y pinturas de él?

Para mi es una cosa muy bonita porque a veces las cosas surgen sin tener  porque haber un por qué. Para entender Ontañón no puedes entenderlo sin Miguel Ángel Sáínz. Surgió una amistad muy fuerte entre mi padre Gabriel y Miguel Ángel. Miguel Ángel fue trayendo alguna obra de arte a la bodeguita de Que que tenía que ver con el vino. A Miguel Ángel le empezó a gustar el vino a través de mi padre Gabriel y a mi padre le gustaba de siempre el arte y de ahí surgió una amistad muy bonita y unieron arte y vino, que para mí es algo completamente mágico

-Desde tu perspectiva de bodeguera ¿crees que aporta bodegas Ontañón al universo vinícola?

Creo que aporta magia, ganas, y que el equipo que estamos en estas bodegas trabajamos con muchísimo entusiasmo y pasión.

-Para terminar Raquel, ¿cuál es el lema de bodegas Ontañón?

Bueno nuestro lema, es muy fácil y simple, solo hemos querido representar lo que es para nosotros es esta maravillosa historia del vino, y consiste en “Pasión por la viña, pasión por el vino, pasión por el arte”.

Sala museo

Sala museo

Escultura que representa a las Bodegas Ontañón

Escultura que representa a las Bodegas Ontañón

Cazadores de noticias

Curso: 3º ESO

Tutor: María Ruiz Ruiz

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