“Cada vez se hacen mejores vinos en Rioja, pero se consume menos”
Izaskun Fernández Doctora en Enología
¿Por qué ha disminuido el consumo del vino?
Es una preocupante realidad, porque ha habido un cambio de hábitos. Forma parte de la dieta mediterránea, pero ya casi sólo lo consumimos para socializar, se ha perdido el modelo de los 70 de que forme parte de la dieta diaria, como el pan.
¿El descenso ha afectado a todo tipo de vinos?
Se ha perdido el consumo de vino de mesa, aunque se mantiene el de calidad. Eso es porque se ha perdido el consumo familiar, aunque aumenta en el ambiente social, algo peligroso porque hay un serio competidor: la cerveza.
¿Y ni siquiera aumenta en las regiones productoras de vino?
Cada vez se hacen mejores vinos en Rioja, pero se consume menos, igual que en países con tradición enológica, como Francia o Italia. En cambio, en los países no productores, como los nórdicos, ha aumentado el consumo, pero porque lo consumen como elemento socializador.
Ha establecido distintos perfiles del consumidor de vino. ¿Cómo los ha definido y cuáles son?
Quiero quitar el mito del vino de mesa, que puede ser tan bueno como otro cualquiera. Y hay que eliminar factores externos y reflexionar sobre el producto en sí. En Rioja hay muchas clases de vino: modernos, clásicos, de maceración carbónica… Las cualidades organolépticas han definido seis perfiles. El más joven es ‘El alma de la fiesta’, sobre todo protagonizado por mujeres que prefieren el maceración carbónica con mucho aroma, color brillante y sabores muy frutales, suaves en boca.