Los autores del crimen de Vara de Rey son condenados a 21 años y medio de cárcel
Los jueces declaran culpables del asesinato y de un robo con violencia Adrian Velasco ‘El Velas’ y Francisco Javier León ‘El Carapan’
El pasado lunes, se dio a conocer la sentencia de la Audiencia Provincial de La Rioja por el asesinato de una mujer de 53 años en su piso de la calle Vara de Rey, en Logroño, hace dos años. Este dictamen condena a Adrian Velasco y Francisco Javier León como autores de un delito de asesinato con alevosía a la pena de 18 años de prisión para cada uno y como responsables de un delito de robo con violencia se les añade 3 años y seis meses.
A parte, les han añadido dos multas de 120.000 y 40.000 con los 21 años y medio de carcel.
El Fiscal pedía para ellos 21 años y medio de cárcel por ambos delitos, mientras que la acusación particular solicitaba 25 años de prisión por un delito de asesinato y 3 años y medio más, por un delito de robo. Las defensas únicamente solicitaban 18 meses de cárcel por un delito de robo.
Se considera que Adrian Velasco, vecino de la víctima, planeó el robo en el domicilio de la víctima y buscó a un compañero para perpetrar este plan, Francisco Javier León, quien sabía artes marciales. Este plan era entrar en su casa con el pretexto de comprobar el telefonillo porque el de su casa estaba estropeado, reducir e inmovilizar a la víctima y registrar la casa para llevarse lo que encontraran de valor, además de “sacar” a la víctima la información bancaria y el número pin de sus tarjetas y libretas.
Una vez en el domicilio, Francisco Javier León agarró fuertemente por el cuello a la víctima y ambos la llevaron a rastras por el pasillo hasta el dormitorio, donde la arrojaron con fuerza contra el suelo. Podría haber dos razones, la primera sería si la víctima se defendió, o la segunda sería porque no les facilitó información o bien porque creyeron que los iba a identificar y denunciar después, la golpearon en la cara con una pesada figura de escayola, al tiempo que le cubrieron la cara con la alfombra para asfixiarla y le comprimieron el cuello y la zona abdominal hasta producirle la muerte por asfixia.
Una vez que la dieron por muerta, registraron la vivienda y se encontraron con una caja en la pared que, creyendo que era la caja fuerte, trataron de forzar. Se trataba de la centralita del sistema de seguridad, de forma que se emitió aviso a la central de alarmas y a la Policía.
Los acusados, al percatarse de la llegada de la Policía, trataron de huir por el balcón, desde donde saltaron a la terraza del piso vecino, donde fueron encontrados por los agentes.
