Intercambio a Francia

El pasado mes de Septiembre tres alumnas de cuarto de secundaria del colegio Alcaste emprendieron un viaje en busca de la familia que les acogería durante un mes, en el país vecino, Francia. Esta aventura estaba enfocada a la mejora del francés, lengua que aprenden desde la guardería, a la posibilidad de conocer profundamente otra cultura y por suerte a la degustación de la cocina francesa conocida mundialmente como una de las mejores.

Este intercambio fue realizado con el colegio Jean Cassaigne, situado en Mont de Marsan, región de Aquitania. El intercambio ya se había llevado a cabo antes, con este mismo colegio, únicamente durante una semana pero las alumnas decidieron darle una oportunidad al francés y prolongar la estancia.
El intercambio fue un éxito, las alumnas iban al lyceo con sus francesas correspondientes y allí debían seguir la clase como un alumno corriente, logrando así la máxima integración en el colegio. En el colegio también estaban tres alumnos del colegio Las Fuentes que también formaban parte de este intercambio. Después del colegio, las alumnas debían realizar tanto los deberes de España, que recibían vía mail, como los de Francia. Si se daba el caso de que tuvieran algún examen debían estudiar. Si su correspondiente tuviera alguna actividad extraescolar, las alumnas les debían acompañar. Isabel, gracias a este intercambio descubrió que el baile le gustaba más de lo que creía, ya que tenía que acompañar a su correspondiente Camille a esta actividad tres veces por semana.
Los fin de semana cada familia organizaba una actividad, irse a Biarritz, a a Hossegor, al cine, a visitar el pueblo, los planes eran infinitos, las alumnas deseaban que llegara el fin de semana para descubrir que les tenía preparado la familia.
Desgraciadamente, un mes pasa muy rápido si lo estás pasando tan bien y antes de darse cuenta las alumnas estaban haciendo las maletas muy agradecidas a su familia francesa, al colegio francés y al colegio Alcaste por preocuparse de la formación de sus alumnas.

Por suerte, en apenas un mes volverían a ver a sus amigas, con las que habían convivido durante la estancia . Ahora les tocaba a ellas aprender español y en manos de las alumnas de Alcaste estaba que volvieran a Francia con un progreso notable. Las francesas disfrutaron de un mes caracterizado por muchas excursiones. Y por la diversión a pesar de no lograr entender el castellano.

Todas las alumnas que fueron están deseando volver a repetir una experiencia que no olvidarán en su vida.