Las heces de la discordia
>>> Damos un paseo por la periferia de Logroño y nos encontramos en el camino más de 50 deposiciones de perro en un área de poco más de un kilómetro cuadrado
Por si no había sido demostrado antes, el civismo de algunos ciudadanos de Logroño y Lardero está por los suelos. Para comprobarlo no hay nada más que caminar alrededor del extrarradio de estos dos municipios, en los que intentar dar un simple paseo por sus aceras supone un fatal circuito de obstáculos. Existen grandes probabilidades de pisar una de estas heces y de llevarte en tu calzado un “regalito” para tu casa.
Como ya indica la pintada urbana de arriba“Las mierdas en tu casa, paseo de las cagadas”. Es tan extrema la situación que esta zona recibe tan deshonroso nombre. Ya no es cuestión de concienciar a la población de esta acción, si no de sancionar gravemente a los individuos que están malacostumbrados a esta práctica. Incluso muchos de ellos llevan bolsas, pero de adorno, por el qué dirán o por si se encuentran con algún policía municipal que pueda multarlos…
Ciudades como Vitoria se han planteado instaurar, en su programa de salud medioambiental, la recogida de muestras de A.D.N de todas las mascotas que están inscritas en el registro del municipio. De esa forma, en el momento en el que se encuentra una de estas deposiciones es analizada y posteriormente la sanción es enviada al dueño de dicho animal. Medidas drásticas que suponen un gran gasto al recoger todas las muestras, gasto que corre a cargo del Ayuntamiento, pero que la multa recuperaría con creces la inversión.
Lo único bueno de toda esta situación es que todas esas heces son biodegradables y que en este caso solo supone mal olor y suciedad. Pero aún así no es plato de buen gusto llegar a casa con una en el zapato y tener que limpiarlo sin tener ninguna culpa. Todo esto sería impensable en otros países, donde los habitantes están más concienciados y acostumbrados a llevar una vida más cívica y respetuosa con el medioambiente y con el vecino.
Además, ayuntamientos como el de Logroño tienen habilitadas bolsitas totalmente gratuitas, también existen numerosos “pipicannes” a disposición de dueños y perros; pero aún así todas estas facilidades no sirven de nada ante la pasividad de muchos propietarios de perros.
Una mascota supone responsabilidades, y no pocas. Por el simple hecho de que te gusten los animales y no estés seguro de si quieres tener uno, existe un servicio en la perrera municipal donde, por una escasa cantidad de dinero, puedes estar con un perro y así conocer a estos fantásticos animales. También nos gustaría recalcar que el animal no es el culpable de toda esta situación. Simplemente civismo y un poco de sentido común.