Entrevista a Abilio Martínez Varea, Obispo de Osma-Soria y... ¡catón!

Instantánea del Obispo catón Abilio Martínez Varea.

Lunes, 26 marzo 2018

Publicado en: Reportero Social


Acariciando la recta final de este estimulante Certamen periodístico, no hemos querido dejar pasar la oportunidad de entrevistar a un catón del que nos sentimos especialmente orgullosos: Abilio Martínez Varea, Obispo de la diócesis de Osma-Soria, un cargo que apenas lleva detentando un año; no obstante, nuestros mayores catones, guardianes de una sabiduría que sólo otorgan los años y la vida, ya le vaticinaron hace tiempo un futuro prometedor. ¿Por qué os estaréis preguntando? Porque siempre fue un alumno destacado, un muchacho tranquilo, respetuoso, deseoso de aprender…, aspectos que siguen estando presentes en el Abilio del presente. Ciertamente, nos sentimos muy afortunados porque nos haya concedido esta entrevista, máxime teniendo en cuenta la premura con la que la hemos solicitado pero, ¿sabéis otra cosa? Nuestro C.E.O. y nuestro pueblo, Autol, son una misma cosa, una comunidad compuesta de personas excepcionales que nos facilitan e inspiran así que, ¿cómo no íbamos a conseguir este nuevo reto?

Como siempre, esperamos que os guste nuestro trabajo. Ni qué decir que nosotros estamos encantados con esta entrevista a un catón que representa para nosotros todo un ejemplo a seguir porque es esa clase de personas que proyectan una personalidad sólida hecha a base de los valores tradicionales y universales, esto es, la cercanía, el respeto, la vocación, la cultura… Lo dicho, una entrevista francamente inspiradora.

Ficha personal del Obispo catón Abilio Martínez.

Ficha personal del Obispo catón Abilio Martínez.

– Barrio catón: La rumorología asegura que siempre fue un alumno aplicado del “Villa de Autol”, anteriormente llamado C.P. “Alberto Martín Gamero”, ¿es así? ¿Cuáles eran sus asignaturas preferidas? ¿Practicaba alguna actividad extraescolar? (Ajedrez, fútbol…).

– Abilio Martínez: Sí, fui un alumno aplicado del colegio del que guardo grandes y bonitos recuerdos, tanto de mis compañeros-as como de mis maestros. Siempre me gustó la lectura y la matemática. No recuerdo que practicara alguna actividad extraescolar pero nos encantaba ir a descubrir las afueras del pueblo.

– B.C.: ¿Puede relatarnos alguna anécdota o recuerdo que se le venga a la mente de esta época?

– A.M.: Los recuerdos son muchos. Pero siempre rememoro con mucho cariño los recreos como momentos de convivencia, juntarnos por cuadrillas de amigos… Los amigos que haces en el colegio son para siempre. Aunque no los veas más que ocasionalmente.

– B.C.: ¿Procede de una familia religiosa? (Antedecentes familiares: hay algún miembro más que haya optado por la vida religiosa).

– A.M.: No especialmente religiosa. De hecho, no conozco ningún familiar que haya optado por la vida religiosa. Pero sí con tradiciones y costumbres religiosas que fue el ámbito de mi vocación.

– B.C.: ¿Es cierta la expresión popular “sentir la llamada de Dios”? ¿En su caso fue así? ¿Cuándo tuvo lugar?

– A.M.: Sí, es cierto. Pero no podría señalar un momento concreto. Era como una cultura que te empujaba a ver a Dios en el sacerdote. Influyeron en descubrir esa llamada los dos curas que entonces había en la parroquia de Autol (D. Pedro y D. José María) y que con su ejemplo de vida te llevaban a cuestionarte: ¿Por qué obran así? Yo quiero ser como ellos.

– B.C.: ¿Qué tipo de formación ha cursado para detentar sus diferentes cargos?

– A.M.: En el colegio de Autol, donde había muy buen nivel, hice hasta 6º de Primaria. Después en el Seminario de Logroño seguí los estudios hasta COU (ahora sería 2º de Bachillerato) y Licenciatura en Ciencias Eclesiásticas. Hice Licenciatura en Teología Dogmática (Pontificia Universidad Gregoriana de Roma) y los Cursos de Doctorado en la Universidad Pontificia de Salamanca.

– B.C.: ¿Qué tipo de “méritos” son necesarios para optar al Obispado? ¿Cuál es el proceso?

– A.M.: Más que méritos hay unas condiciones que impone el Derecho Canónico: tener al menos 35 años, llevar cinco años ordenado de cura, experto en Teología, de fe y costumbres probadas. El proceso es muy complejo porque no hay oposiciones o un sistema similar en el que uno se presenta porque quiere ser Obispo. Te nombra el Papa entre aquellos nombres que le llegan propuestos por el Nuncio del Papa en España.

– B.C.: ¿Anhelaba ser Obispo o ha sido algo no premeditado?

– A.M.: No anhelaba ser Obispo. Ha sido algo no buscado.  De hecho recibí el nombramiento como un reto difícil que implica un mayor esfuerzo y ejemplo para los demás. Pero ahí hay que estar intentando responder a esa llamada de la Iglesia de la mejor forma posible.

– B.C.: A lo largo de estos años, ¿ha experimentado alguna crisis de fe o momento de incertidumbre? En fin, este “trabajo” requiere de muchas renuncias, ¿no le pesan?

– A.M.: Los momentos de crisis siempre están en la vida de las personas. Y no son malas. Porque de las crisis se puede aprender y tirar hacia adelante. Y es cierto que ser Obispo lleva consigo muchas renuncias. Pero todas las opciones de vida llevan consigo unas renuncias. De la mano de Dios se puede caminar con alegría a pesar de las dificultades.

– B.C.: ¿Cómo gestiona su familia su profesión? (Le pasa como a nosotr@s con nuestros padres y tiene que escuchar mucho eso de “me gustaría compartir contigo más tiempo…”, “siempre estás absorto en tus cosas…”).

– A.M.: Mis padres pasan largas temporadas conmigo porque son mayores y hay que cuidarlos. Sigo manteniendo contacto con mis familiares más directos, pero siempre te gustaría poder estar más veces con ellos.

– B.C.: ¿Qué opinión tiene del actual Papa?

– A.M.: Muy buena y positiva. Un hombre de Dios que vive su fe con coherencia y muy preocupado por llevar la misericordia de Dios a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. También es un Papa reformador que quiere poner a punto la Iglesia para evangelizar, una Iglesia en salida y no escondida en los despachos parroquiales.

– B.C.: Actualmente estamos en una sociedad cada vez más desvinculada de la religión, más laica, especialmente en el caso de los jóvenes, ¿cómo cree que la Iglesia puede enfrentar esta situación? Y usted, ¿tiene pensada alguna estrategia para combatirla?

– A.M.: Creo que la mejor estrategia para enfrentar la situación descrita en esta pregunta es estar cerca de los jóvenes. Mi experiencia me dice que el acompañamiento y la cercanía de la Iglesia hacen que los jóvenes valoren la figura de Jesucristo.

– B.C.: ¿Cuál es su próximo reto profesional?

– A.M.: Conocer bien la diócesis de Osma-Soria que me ha sido encomendada. Es una diócesis de poca población, pero muy extensa. Mi reto como Obispo es ser buen Pastor diocesano de todas estas comunidades que el Papa Francisco me ha encomendado.

– B.C.: El año pasado fue investido como Obispo, una ceremonia en la que contó con el apoyo de muchos catones, ¿qué recuerdos guarda de ese día?

– A.M.: Un recuerdo muy agradable porque me sentí acompañado por muchas personas en la que destacaban mis paisanos de Autol, los catones. Fue un día muy importante en mi vida porque recibí una nueva ordenación: la episcopal. Un paso más en el compromiso del seguimiento de Jesucristo. Y el apoyo y cariño de tanta gente….

– B.C.: ¿Cómo y por qué le gustaría ser recordado?

– A.M.: Por buena persona y por haber ayudado a vivir un poco más cerca de Dios a los que me rodean.

– B.C.: Gracias a usted el nombre de Autol se está haciendo cada vez más famoso, nosotros creemos que bien se merecería una calle como embajador ilustre, ¿le gustaría?

– A.M.: Sería un honor. Pero esto depende de otras instancias.

Instantánea del Obispo catón Abilio Martínez Varea.

Instantánea del Obispo catón Abilio Martínez Varea.

P.D. Gracias Anabel por haber hecho posible esta entrevista 😉

Punto y coma

Curso: 4º ESO

Tutor: Ana Olarte Fernández

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