•  
Taller Literario

Final abierto

Final abierto
Final abierto

Vamos a iniciar un juego.

El punto de partida es un cuento escrito por un autor conocido. En este caso, el autor es Fernando León de Aranoa, un conocido director de cine español.

Leemos las primeras líneas en voz alta  entre los seis. Paramos. Pensamos. Imaginamos. Cada uno de nosotros.

La idea es descubrir cómo una misma realidad puede percibirse de mil maneras diferentes. Cómo cada persona, a partir de unas palabras, crea su propia imagen mental, su fantasía, tan particular, personal  y diferente a la de los demás.

En clase nos han dicho que la literatura consiste en crear belleza, jugar con el lenguaje, sorprender, sugerir, hacer pensar…

Nosotros queremos comprobarlo.

La sombra de las cosas

Carmelo nació sin sombra. El médico se dio cuenta al instante. Se lo dijo a su padre, pero su padre no lo comprendió. Todos en su familia habían tenido sombra hasta entonces, era la primera vez que sucedía algo semejante (…)

Tú también puedes crear tu propio final; el que más te guste. Actuar como una especie de dios que se inventa personas, sentimientos, palabras, situaciones…

Historias.

Todo depende de ti.

Final de Rubén:

Pasaron los años y no conseguían encontrarle una sombra hasta que un día un ortopédico consiguió fabricarle una que le acompañaba a todas partes y así Carmelo pudo ser normal y jugar con su sombra y la de los demás niños.

Final de Concha:

Carmelo nació sin sombra. El médico se dio cuenta al instante. Se lo dijo a su padre y este no lo comprendió. Todos en su familia habían tenido sombra hasta entonces. Era la primera vez que sucedía algo semejante. Entonces decidieron buscar imágenes en el álbum de fotos. La bisabuela, la abuela de la bisabuela, el primo del tío de la madre del abuelo… Nada. Todos habían nacido con sombra. Pero un día cualquiera , se presentó ante la puerta de la casa familiar un desconocido al que nunca antes habían visto. Dijo ser el primo lejano de la sobrina de la madre de su primo. Y él no tenía sombra, ¡ No señor ! Se había enterado del caso de Carmelo y decidió ir a conocerlo. Al parecer eran los únicos sin sombra.

Final de Patricia:

Cuando creció algo más, él también se dio cuenta de este hecho, nunca nombrado por su familia. Sin ella se sentía muy solo, y todas las mañanas, cuando el sol despuntaba, esperaba ver nacer su sombra.

Seguía pasando el tiempo y decidió ir a buscarla. Pero la sombra no estaba en ninguna parte. Así que pensó que él crearía su propia sombra. Y la dibujó.

Final de Ana:

-Es imposible que hayas nacido sin sombra!-replicó papá-. Nadie le hacía entrar en razón. -Saldremos a buscar tu sombra, aunque sea lo último que haga-.

Efectivamente fue lo último que hizo, porque al estar día y noche buscando la sombra, no tenía tiempo para comer ni dormir, así que papá murió. Nada más morir, agarramos su sombra y, entre toda la familia, me ayudaron a ponérmela. Por fin tuve mi sombra.

Fue un final feliz para mí, pero no para papá.

Todo es una elección y siempre puedes buscar en los demás y disfrutar de su propio final.

Aquí, el del autor.

Final abierto, 5 / 5 (2 votos)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML:
<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title="">
<b> <blockquote cite=""> <cite>
<code> <del datetime=""> <em>
<i> <q cite=""> <strike>
<strong>

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerles un mejor servicio. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información aquí