TURISMO:
Pequeñas escapadas cercanas: Labraza.
Esta sección pretende dar a conocer lugares de interés, cercanos a nosotros y poco conocidos, que merecen una visita y nos pueden sorprender por su belleza o singularidad, sin tener que hacer grandes desplazamientos. Inauguramos la sección con una pequeña villa de La Rioja Alavesa, Labraza.
Labraza es un pequeño pueblecito medieval, poco conocido en La Rioja, a pesar de encontrarse a escasos 20 km de Logroño. Pertenece a la provincia de Álava y es una pedanía de Oyón, junto con otra localidad cercana llamada Barriobusto. Actualmente tiene unos 100 habitantes.
Para llegar a Labraza tenemos que cruzar Oyón y llegar a Moreda. Desde allí la carretera se estrecha y aumentan las curvas, con viñas a ambos lados. Y, por fin, a la vuelta de un recodo, veremos Labraza, con la sierra de Cantabria y de Codés al fondo. A Labraza hay que ir, no te la encuentras por casualidad.
La villa fue fundada a finales del siglo XII por el rey Sancho VII de Navarra. Se encuentra en una colina, a unos 600 metros de altitud y conserva su aspecto de plaza fuerte con torreones, murallas y una puerta de acceso porticada. El recinto amurallado es pequeño, unos 116 metros por 80 metros en la zona más ancha, pero muy bonito y bien conservado. Consta de tres únicas calles: la de la Concepción, que enlaza la puerta de entrada con la plaza de la iglesia, y las de San Miguel y San Roque, semicirculares. Las casas de piedra construidas en el interior forman pasadizos y callejas. Algunas de estas viviendas están en las propias murallas en las que los habitantes han hecho ventanas. El que la muralla esté habitada ha contribuido a su excelente conservación e hizo que, en 2008, Labraza recibiera el premio a la Ciudad Amurallada del Año, galardón que el Consejo Ejecutivo del Círculo Internacional de Ciudades Amuralladas otorga cada 3 años.
La mayoría de las viviendas dentro de las murallas se remontan al siglo XVI y tienen puertas de entrada de piedra de sillería, con arcos de medio punto. La iglesia de San Miguel fue levantada en el mismo siglo pero se remodeló con posterioridad.
Se cree que Labraza inspiró al escritor Pío Baroja en la novela El mayorazgo de Labraz. Sin embargo, el paisaje descrito por Pío Baroja apenas tiene similitud con el de esta localidad.
Tras callejear por el centro del pueblo podemos rodearlo por un bonito paseo que nos permite observar la muralla desde fuera.
Fuera ya de las murallas, y antes de tomar algo en el único bar del pueblo, es imprescindible visitar la Fuente del Moro. Esta fuente, del siglo XIV, escavada en la cara sur de la muralla, decorada con un rostro de aspecto moruno, contaba con un pasadizo que la atravesaba y que probablemente fuera utilizado para entrar o salir en caso de asedio.
Finalmente, si te gusta la naturaleza, puedes visitar el cercano pinar de Dueñas, 50 hectáreas de pino carrasco, el bosque de esta especie más noroccidental de la Península Ibérica.
En septiembre y octubre, los domingos, suele haber visitas teatralizadas a cargo de la compañía SAPO producciones. Para más información y reservas debes ponerte en contacto con la oficina de turismo de Laguardia.
Finalmente, una cosa importante a tener en cuenta para planificar tu escapada, es que en Labraza no hay restaurantes. Puedes encontrarlos en los pueblos cercanos de Oyón o Viana.
Espero que disfrutes de esta corta escapada y de las de las próximas semanas. A veces hacemos largos viajes sin conocer bien los lugares bonitos que tenemos cerca.
