Sociedad adolescente
Domingo, 28 enero 2018
Publicado en: Literatura
SOCIEDAD ADOLESCENTE
A día de hoy y lamentándolo mucho, fijarse en los cánones de la sociedad está a la orden del día, vivimos acomplejados y desesperados por conseguir ese modelo que ves a tu alrededor y no posees.
Y es que los nuevos tiempos nos llegan cargados de estereotipos vulgares como el peso de una mujer o el número de músculos y abdominales que te marquen el cuerpo, si eres hombre. Pueden parecer tonterías, pero incluso yo misma reconozco como adolescente que nuestras mentes pueden ser gravemente influidas y manipuladas incluso por nosotros mismos.
Las bromas son tonterías y las tonterías invisibles, pero los prejuicios ya han causado todo tipo de estragos desde depresiones, cambios bruscos de humor, tendencia a vicios dañinos para evadir los problemas, enfermedades y el más extremo caso, los suicidios. Así de manipulables pueden resultar nuestras mentes a la hora de escuchar o reaccionar a comentarios como “estás gordo, así nunca conseguirás novia“ “te veo muy delgada deberías comer más o nunca te saldrá pecho“, parecen simples comentarios, pero de alguna manera le estás mandando indirectas a esa persona.
Por simples comentarios de carácter se pueden dar casos de depresión y dependencia emocional. Por bromas sobre el peso de la gente se pueden dar enfermedades mentales como la anorexia o bulimia. Por críticas inofensivas, comentarios y acciones de ese estilo mueren decenas de adolescentes cada año por suicidio. Los prejuicios no son bromas y hay que tenerlos en cuenta.
Con esta reflexión he querido o intentado hacer ver que cada acción tiene una consecuencia por pequeña que sea y que debemos fijarnos más allá de un cuerpo que cumpla el canon esperado por la sociedad en la que vivimos. La seriedad de este tema es cada vez más alta y nunca está de más recordarlo.