LOS ÚLTIMOS DOS AÑOS, LOS MÁS CÁLIDOS DESDE QUE HAY REGISTROS

LOS ÚLTIMOS DOS AÑOS, LOS MÁS CÁLIDOS DESDE QUE HAY REGISTROS

 

La temperatura media del planeta supera en más de un grado centígrado a la de la era preindustrial.

La organización meteorológica mundial (OMM) señala a 2017 entre los tres años más calurosos desde 1880, dato que confirma el calentamiento global.

Según la NASA las temperaturas superficiales de La Tierra en 2017 han sido las segundas más cálidas desde 1880, con temperaturas promedio de 0,90 grados C más que el promedio de las últimas décadas del siglo XX.

Fenómenos meteorológicos como El Niño y La Niña que pueden calentar o enfriar el océano Pacífico causan variaciones en el viento y el clima y contribuyen también a las alteraciones de la temperatura promedio global.

Las tendencias de calentamiento son más fuertes en las regiones árticas, en las que en los últimos años hay una pérdida continua de hielo marino.

 

El cambio climático está alterando la química del Ártico

En menos de una década la concentración de radio, un elemento químico radioactivo,  en las aguas del océano Ártico prácticamente se ha doblado.

El científico Lauren Kipp ha iniciado un estudio en el que toma distintas muestras de agua de 69 estaciones, desde el estrecho de Bering hasta el Polo Norte. Las mediciones comenzaron hace tres años y muestran que la concentración de radio es más baja en el Pacífico y en el Índico.

El exceso de radio podría provenir de la plataforma continental siberiana, que con sus 50 metros de profundidad es la más grande que se conoce. El deshielo provocado por el calentamiento global y la acción de las olas podrían estar exponiendo esta franja terrestre al contacto con el agua, facilitando la disolución de este elemento.

 

Alteración en el porcentaje de sexos de las tortugas marinas

Este fenómeno se conoce desde hace años pero la comunidad científica de casos absolutamente extremos. Al parecer, los ejemplares juveniles de la población de tortugas verdes que habita en la parte norte de la Gran Barrera de Coral australiana, son hembras en más del 99% de los casos. Este desequilibrio hace que nazca un macho por cada 116 hembras.

Las previsiones parecen indicar que dentro de 80 años la temperatura media global se habrá incrementado en 2,6 grados centígrados y las tortugas verdes estarán en peligro de extinción.

 

España, uno de los países más vulnerables

En el último tercio del siglo, la temperatura podría subir hasta siete grados centígrados en verano y elevar el nivel del mar en un metro lo que llevaría a la desaparición de las playas del Cantábrico, el Delta del Ebro, Llobregat, La Manga del Mar Menor o la costa del Doñana e incluso inundar zonas construidas.

Más diferentes serían los cambios que afectarían a las precipitaciones, ya que en invierno sería previsible que aumentases en la zona noroeste y disminuyesen en la sureste, aunque en verano el descenso sería máximo en toda España excepto en Canarias. Además, aumentarían muy significativamente los días con temperaturas máximas extremas y disminuirían los que registrasen mínimas extremas.

Otra de las nefastas consecuencias sería la disminución de las precipitaciones y, en consecuencia, de la disponibilidad del agua, los desajustes entre animales predadores y sus presas, la pérdida de la biodiversidad e importantes afecciones sobre la salud humana.

La Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio del Medioambiente y el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha han elaborado un estudio en el que se plantean dos escenarios diferentes: uno basado en que las emisiones a la atmósfera de los gases de efecto invernadero sean en 2100 un 120% superiores a las actuales; y otro basado en que esas emisiones aumenten a un ritmo menor y, al final del siglo, sean solo el doble que en la actualidad. Unas cifras muy alejadas de las que Kioto marca para España.