Epidemia de paperas en La Rioja

Desde hace tan solo unos meses, hubo un nuevo brote de parotiditis, conocida popularmente como paperas, que preocupa a la población riojana debido a lo poco común que es.

Las paperas son contagiosas puesto que se propagan por el aire, por contacto de saliva o tocando objetos que haya tocado antes el infectado. Si alguien se contagia, deberá quedarse aislado en casa entre una y dos semanas. Pero, si por el contrario, lo que se desea es no contagiarse de paperas, debes ir a un centro de salud para que te suministren la vacuna triple viral (MMR). Suele ser más común en niños, sobre todo adolescentes, que en adultos.

Esta enfermedad causada por el virus Paramyxoviridae, tiene como síntomas la inflamación de las glándulas salivales de la boca, así como de las glándulas parótidas (ubicadas delante de las orejas y encima de la curva del maxilar), tos o secreción nasal, dolor de cabeza, malestar, fiebre e infección pulmonar. Para esta enfermedad no existe un tratamiento médico específico, pero se puede dar alguna pastilla para bajar la fiebre y se debe guardar reposo.

Pese a que las paperas no suelen ser graves y después de una o dos semanas de reposo no quedan secuelas, hay veces que se complican y pueden causar orquitis (inflamación de los testículos, pudiendo quedarte estéril), inflamación en las articulaciones, la glándula tiroides, las mamas, el cerebro o los riñones (aunque estas dos últimas afecciones son menos usuales) y daños en el sistema nervioso central como: meningitis, problemas para coordinar movimientos o sordera. La sordera es la complicación más usual en los niños con paperas.

Entre todas las provincias afectadas de paperas en España (Valencia, Andalucía, Murcia, etc), La Rioja acumula ya 177 contagiados. El número de casos es seis veces mayor que el de 2016. Aquí, en Logroño, concretamente en el colegio San José Maristas, hubo alumnos afectados por paperas, que no pudieron acudir a la escuela en varios días.

A día de hoy sigue habiendo casos de contagio por paperas, aunque el número es inferior al que había en el inicio del brote en La Rioja.