Inspiración en la naturaleza: Día Internacional de los Bosques y Día Mundial de la Poesía
Miércoles, 21 marzo 2018
Publicado en: Literatura
21 de marzo. Qué suerte la nuestra con este día. Bosques y poesía. ¿Puede haber mejor mezcla? Hoy la ONU celebra el Día Internacional de los Bosques y, al mismo tiempo, el Día Mundial de la Poesía.
En un mundo que acelera el ritmo hacia la urbanización (Naciones Unidas calcula que un 70% de la población mundial vivirá en ciudades en el 2050) se insta a hacerlo responsablemente. Ya sabemos que el término “desarrollo sostenible” cobra cada vez más fuerza defendiendo la vida en las urbes luchando contra la contaminación y aplacando el problema del cambio climático. Como muy bien resume la organización en el lema de este 2018, “¡Vivamos en ciudades más verdes, saludables y felices!”.
En La Rioja, destacan los bosques de hayas, robles, encinas… El hayedo más grande de La Rioja es el de Santiago con 3000 hectáreas, entre los Valles Leza y Cidacos. Sobresalen, además, los Robledales de Robollo, los encinares de los Valles Alhama-Linares, Villarroya y el de Monegro en Aguilar del Río Alhama. También despuntan los pinos, en su mayoría, usados en la repoblación.
Del bosque mixto pudimos disfrutar en nuestro paseo por la Sierra de la Demanda, techo de La Rioja. Hayas, pinos, robles, fresnos, arces, acebos… van mezclándose, según zonas, reuniendo árboles de toda La Rioja.
Los bosques protegen el suelo, generan oxígeno, mejoran el clima local, dan cobijo a miles de especies, nos ofrecen madera, resinas, leña como combustible y otros bienes, ayudan a controlar la fuerza del viento y la contaminación acústica… y, además, son musa para poetas, pintores, músicos… para cualquier creación artística.
Por ello, hemos pensado que era buena idea aunar a estos dos gigantes tesoros: bosques, como algo que nos brinda la naturaleza y que tenemos que aprender a valorar y a cuidar; y poesía, como creación del hombre que muestra, a través de la palabra, belleza y sentimiento.
«La poesía es una ventana a la diversidad excepcional de la humanidad», asegura Irina Bokova, Directora General de la UNESCO. En la poesía domina la palabra y hace alarde de libertad, diálogo, sueños, inquietudes, ir y venir de ideas, acercamiento entre culturas. Desde que en París, en 1999, se decidió dedicar este día a la poesía, se lucha por incentivar la divulgación de poemas en todas las lenguas, incluso en las amenazadas, usarlos para contagiar valores, dar impulso a pequeñas editoriales, acercar a la poesía a otras artes como teatro, danza, música, pintura…
Hemos tenido la suerte de charlar con dos poetas riojanos. Quedamos con Adrián Pérez, en Autol y, debajo del Castillo con el El Picuezo y La Picueza al fondo, hablamos con él de su poesía que reconoce que no puede separar de su otra gran pasión, ser pastor.
– Pastor y poeta. Curiosa mezcla. ¿Cuándo empezó a interesarte el mundo de la poesía?
Estando en la EGB, con el libro Romancero Gitano de Federico García Lorca. Nuestro profesor, José Ignacio Hernández Barrero, nos hizo aprender fragmentos de romances. Al final, entre los 36 alumnos que estábamos en clase, conseguimos memorizar más de la mitad del libro. Esta obra a mí me gustó muchísimo y empecé a leer poesía. Antes de comenzar a escribir fui un gran lector. Posteriormente, con 24 o 25 años, hice mis primeros poemas.
– Ser pastor deber ser una profesión muy dura, siempre al pie del cañón. ¿De dónde saca tiempo para componer sus versos?
Normalmente, escribo los poemas en el campo, es decir, pienso que para componer poemas donde realmente una persona se siente más libre es en el contacto con la naturaleza y, sobre todo, en soledad. Otros lugares, cafetería, una terraza, incluso en casa, a mí, me impiden concentrarme de la misma forma.
– Sabemos que has publicado varios libros. ¿Tienes alguno preferido?
Tengo cuatro libros publicados, además de unas quince antologías, tanto nacionales como internacionales. Decir cuál es mi preferido es difícil. Siempre que acabas un libro piensas que es mejor que el anterior pero, transcurrido un tiempo, ves que responde a una etapa diferente. No sabría decirte cuál es el mejor de los cuatro.
– ¿Qué le aporta ser pastor y qué le da ser poeta?
Son dos oficios que van unidos, como he comentado antes, mediante el contacto con la naturaleza, la soledad del campo y los animales, que a mí me gustan muchísimo. El segundo libro que publiqué, Pastoreando versos, creo que es muy acertado porque quise plasmar la unión entre la poesía, mediante la palabra versos, y el oficio de pastor.
– Si le dieran a elegir no sabría con cuál quedarse.
Escribir poesía sin estar en el campo supongo que se podría hacer pero estar en el campo, con los animales, y pensar que no tienes al lado esa libreta y ese bolígrafo para escribir… habría días que se harían muy monótonos. Para mí lo ideal es la unión de los dos trabajos.
– ¿Qué le ayuda a inspirarse para escribir sus obras?
Yo, personalmente, antes de escribir un poema, necesito mucha reflexión: pensar en qué lo quiero basar y, según eso, empiezo a escribir. La soledad es lo que más me inspira pero, además, leer noticias y el contacto directo con las personas, que es muy importante, ya que te pueden contar un pasaje de su vida, un suceso, cualquier cosa y después tú lo puedes plasmar en un poema.
– ¿Tiene algún tipo de verso preferido?
Suelo utilizar mucho el endecasílabo, el de origen italiano, con numerosas combinaciones con cuatro tipos de endecasílabos: heroico, melódico, sáfico y enfático. No repito tres veces el mismo tipo de endecasílabo, buscando la musicalidad del verso. Así, el poema se lee más rítmico y no se hace tan monótono.
UN MONTE DE DISTANCIAS
Escribo junto a un monte de distancias
mientras muerde el arado un pensamiento
que se esparce en la tierra.
Todo es distinto sin el fruto
de las cepas fugaces de su pecho,
cuando la brisa entrega como el mármol
un sepulcro de ausencias, un gemido
que brota de las cañas del rastrojo
tras el surco forjado por las hoces.
Duermo sobra las piedras
con esta soledad sin nombre,
estrangulando sueños y memorias
en un rostro de armiño que me entregó sus labios
cuando florecen las ortigas.
Quizá el mar de sus ojos
junto a otro valle de distancias
se vacíe esta noche contemplando
las lágrimas de San Lorenzo.
Adrián Pérez
Fue muy amable. Nos dio una pequeña clase magistral de poesía, nos recitó alguno de sus poemas y nos regaló algunos librillos de poetas que intervinieron en el festival de poesía Agosto Clandestino de Logroño que todos los veranos llena de poesía la ciudad; es tal la fama que está cosechando que ya se ha convertido en todo un referente para los lectores españoles. Asimismo, nos obsequió con uno de sus libros, Un pastor ante la muerte, que incluso nos dedicó. Muchas gracias por este rato tan agradable en el que hemos aprendido muchas cosas.
Aquí, en Ausejo, visitamos a Máximo Sicilia. Nos abrió las puertas de su casa y nos recibió amablemente. Hombre mayor ya, (Ausejo, 1928) ha vivido mucho y rezuma sabiduría. A principios del presente siglo publicó dos obras, una novela de ficción, Humana Venganza, y un libro de poemas, Menestra poética. Habló de muchas más cosas que de poesía con nosotras. Pero eso ya lo iremos desvelando.
– ¿Desde cuándo comenzó a interesarle la poesía?
Desde joven, me gustaba mucho.
– ¿Qué le da la poesía?
Centrarme en mí mismo y contemplar la vida en conjunto.
– ¿Qué siente al escribirla?
Un pequeño desahogo propio.
– ¿En qué o en quién se inspira al escribir poesía?
En la vida misma. En el conjunto de la sociedad. Unas veces es positiva y otra es negativa. De todo hay en la viña del Señor.
– ¿Hay alguno de sus poemas que sea su preferido?
No sabría decir. Hay alguna de la que igual solo recuerdo algunos versos pero que pienso que es preciosa.
A NUESTRO PUEBLO… AUSEJO
[…] Tiene mi pueblo, el entorno
más hermoso que yo he visto
un montículo precioso,
transformado en un gran cono.
Pudiendo tener en él
un precioso paraíso
que pareciese un edén,
limpiando todos un poco
lo hemos de hacer, parecer.
Las condiciones de vida,
nos obligan a marchar,
nosotros, solo queremos
tener donde trabajar
pero queremos al pueblo
como lo quiere el que más. […]
Máximo Sicilia
Muchísimas gracias por su tiempo y sus palabras.
Y a vosotros, ya sabéis. ¡Salid al campo, respirar, inspiraros con libreta en mano y escribir!