Cada vez oímos hablar más de platos vegetarianos, macrobióticos, veganos… Antes era todo un hallazgo conocer a alguien que siguiera este tipo de alimentación; hoy, lo raro es no conocerlo. Aún así, la mayoría de la gente somos grandes desconocedores de todas ellas. Hoy Nuria Tobes, yoguista y experta en cocina macrobiótica nos explica qué es.

– ¿Qué es la cocina macrobiótica?

Este tipo de cocina viene de Oriente del término macro- (grande) y -bio- (vida). Se basa en las dos energías que rigen el mundo: una, de expansión, que es la energía Yin y otra, de contracción, que es la energía Yang. Se trata de combinar esas dos energías dentro de nuestro cuerpo, que también se rige por esas dos fuerzas, para tener un estado de salud y un estado energético siempre óptimo. Por ejemplo, tú estás mejor cuando tienes energía y comes algo fresco.

– ¿Son ingredientes normales o difíciles de encontrar en un supermercado?

Depende, hay ingredientes muy normales como, por ejemplo, las legumbres y más aquí, en La Rioja, cereales como el trigo, la verdura, la fruta… y hay otros que son de importación, por ejemplo, las patatas aunque ahora se cultiven aquí, antes no era así.

– ¿Crees que la gente se animará a hacer este tipo de cocina?

Depende de personas. Algunos ven en la cocina macrobiótica una solución para encontrarse mejor pero la tendencia es volver a los hábitos siempre porque, la comida, produce muchas adicciones. Se puede comer sano y cosas dulces o fritos de vez en cuando. No se resume todo en si puedo o no comer algo, sino en si tienes conciencia de lo que a tu cuerpo le sienta bien o mal. Al final, tu alimentación va encaminada a eso, no en que sigas una dieta estricta macrobiótica. Tienes que aprender a observar cómo te sientan las cosas, qué te aportan. La preocupación de hoy en día es por nuestro físico y no por nuestra energía, no nos preocupamos por cómo estoy por dentro sino por cómo me queda la ropa. Existe pues, otra escala más: tener conciencia de lo que como.

Nuria quiso retarnos a hacer una receta para, según nos comentó, tratar de quitar la etiqueta de difícil e inaccesible a la cocina macrobiótica. ¿Os animáis? Sólo tenéis que seguir el paso a paso.

 

ARROZ CON LECHE MACROBIÓTICO

PASO 1. Nos aseguramos, no importa cuántas veces miremos, que tenemos todos los ingredientes a mano. Nosotras nos animamos tanto que hasta innovamos un poquito con respecto a la receta original (utilizamos leche de arroz y coco). Nuria, esperamos que no te importe nuestra pequeña osadía. Quedó muy rico.

PASO 2. Cocemos un poquito el arroz integral por separado. En el paquete ponía que se tardaba 25 minutillos. Nosotras dejamos unos 15 (pensando en que terminaría de hacerse con el resto de ingredientes).

PASO 3. Ya envalentonadas, pusimos a hervir la leche con la ramita de canela, el azúcar moreno (nos dijo Nuria que podíamos usar también panela) y la corteza de limón. Hasta ahí parecía todo controlado.

PASO 4. Tocaba echar el arroz. Y esperar. Esto es muy importante. Da igual que te muerdas las uñas o mires y mires (como si fueras a hipnotizar a la leche). Hay que entender que las prisas no son buenas. ¿Cuánto estuvo el arroz todo tranquilo bañándose en la leche como si de un spa se tratara? Pues unos 45-50 minutos. Ya sabemos que es mucho tiempo. Pero os hemos avisado: había que esperar. También es bueno ir probándolo hasta llegar a la textura deseada. Y ahora sí que, tras poner esto, nos hemos sentido como esos maestros de la cocina.

PASO 5. Cuando el arroz se haya relajado ya lo suficiente, lo sacamos y empezamos a emplatarlo cruzando los dedos para no fastidiarla ahora que ya lo tenemos casi listo.

PASO 6. Lo decoramos con una barrita de canela, corteza de limón  y unas frambuesas bien rojas poniéndolo todo en un plato bonito y una cuchara grande…

PASO 7. …¡Listos para hincarle el diente!

Nuria, ¿qué opinas? creemos que ¡RETO CONSEGUIDO!.

 

 

Muchas gracias, Nuria, por tu entrevista y tus macroideas.