A ciegas

Es difícil vivir sin una luz que nos guíe en el camino, que nos ayude a ver los obstáculos del trayecto… Con ella, aunque no lo notemos, nos sentimos más seguros cuando avanzamos, como estar entre los brazos de una madre. Y muchas veces para cuando nos damos cuenta de que nos falta ese haz de luz, ya es demasiado tarde. Ya no hay vuelta atrás, la echaremos de menos.

Esto que os contamos, se puede transportar a los aspectos más insignificantes de nuestra vida, como conducir en una vía sin iluminación. Sí, esto es una foto-denuncia, pero diferente. Hay muchas formas de exponer los problemas, nosotros, os mostraremos una en la que exponemos las consecuencias que conlleva esta imperfección de nuestro alrededor.

El problema que queremos mostrar es el siguiente: en la periferia de Logroño, haciendo frontera con la Comunidad Autónoma de Navarra, existe un tramo en el que hay farolas inservibles ya que nunca están encendidas. Por suerte, es un pequeño tramo lo que hay que recorrer únicamente con los faros del coche, pero ése puede ser el tramo que puede acabar con tu vida por muy pequeño que sea, ya que al estar a las afueras, hay fábricas, y un vehículo podría chocar contra ti. Nosotros, lo que queremos decir es que si esas farolas, que están colocadas con un fin, realizarían su función, nos podría evitar bastantes sustos desde simples frenazos, hasta accidentes graves, y la gente que viaje de continuo por esa zona, se sienta segura al volante.

Aquí os dejamos una foto para que os podáis percatar de la baja luminosidad, y como cada semana, esperemos que os haya gustado.

Hasta la semana que viene.