"Invierno": Una novela de historias de antes, de calles nevadas y de tardes en torno a la lumbre
Jueves, 08 marzo 2018
Publicado en: Actualidad
Invierno, de la autora Elvira Valgañón, es sin duda una novela de lectura obligatoria. Licenciada en Filología Hispánica e Inglesa, Elvira Valgañón es también autora de la novela Luna Cornata, publicada en 2007. Además de escritora, es traductora de Nonsense, antología poética del autor inglés Edward Lear.
Publicada a finales de 2017, y muy alabada por críticos literarios, Invierno va ya por su segunda edición. El equipo de Cía’s Company ha tenido la gran suerte de poder entrevistar a la autora en primera persona e indagar un poco más sobre esta fascinante historia.
Invierno ya va por la segunda edición, ¿te esperabas este éxito?
No me lo esperaba, pero ha sido una gran alegría. El hecho en sí de que se publicara ya fue una alegría. Y ahora mucho más, porque es verdad que se está vendiendo muy bien, y tanto la editorial como yo estamos muy contentos.
¿Por qué elegiste este título?
Se titula “Invierno” porque muchas de las cosas que suceden en la historia suceden en invierno. El libro está centrado en un pueblo de montaña, en el que los inviernos son muy largos y muy fríos y de alguna manera es un rasgo del carácter de los personajes, casi forma parte de sus vidas. El invierno es una estación en la que la vida es mucho más complicada que en otros momentos del año, hay menos luz, hace mucho frío, pero también es una estación en la que hay mucha belleza.
El libro se centra en un pueblo, ¿se corresponde con algún lugar en concreto o es inventado?
Es un pueblo inventado, yo no quería que la gente pensara que yo estaba contando la historia de mi pueblo, cuando yo lo escribía me daba un poco de miedo. Pero lo que yo he descubierto es que cada persona que lee la novela, ve rasgos de su propio pueblo, y eso es algo muy bonito.
Centrándonos en los personajes, ¿te has basado en alguien que tu conocías, o de tu entorno o son ficticios?
Son personajes ficticios. Solo hay uno que tiene una base de realidad, uno de los primeros que aparece. Es un soldado de Napoleón que estaba luchando en España en la Guerra de la Independencia y deserta, se va del ejercito y aparece malherido cerca del pueblo del que estamos hablando. Ese soldado no es que esté basado en un único personaje de verdad, pero sí que es cierto que esta historia que yo cuento sucedió en La Rioja en esa época. Hubo soldados de Napoleón que desertaron, y en estos pueblos de la sierra de La Rioja hay archivos en los que aparecen testimonios de gente que se había encontrado a un soldado, que lo recogía, que lo había llevado al pueblo… y luego sus destinos eran más o menos felices, dependiendo del momento y el lugar. El resto de los personajes son inventados pero es curioso que este personaje, que es el de verdad, parezca el más ficticio, mientras que el resto de personajes, que son inventados, son más realistas.
¿Por qué decidiste asignarle a cada capítulo un nombre de un personaje de cuento?
Porque los personajes de los cuentos que aparecen son personajes que todo el mundo conoce. Hay un capítulo que se llama “El Soldadito de Plomo”, otro es “El Enano Saltarín”, “El Flautista de Hamelín”… Estos personajes los conoce todo el mundo, tienes una idea preconcebida de qué va a ocurrir en este capítulo. Y después conforme vas avanzando, en algunos casos ves que esa idea preconcebida sí que se cumple y que los personajes tienen que ver con el personaje del cuento y en otros casos no.
La novela va saltando de una historia a otra, y vemos además grandes cambios de tiempo. Por ejemplo, en un capítulo es un año y al siguiente son 100 años más tarde. ¿Por qué decidiste hacerlo así?
Cuando yo pensé en la historia, imaginé la historia de un personaje sin nombre, que regresa a su pueblo después de haber estado muchos años fuera. Pensé en un hombre al que llamaban “El Indiano”, porque había estado en América. Y siempre lo imaginaba regresando a un pueblo. Entonces cuando empecé a escribir la historia de ese personaje se me ocurrió que había que construir un pueblo al que él pudiera volver. Así empecé a imaginarme la historia del pueblo y no sólo la historia de lo que pasaba en los años en que vivió este personaje, sino en años anteriores y posteriores. Por eso como bien decís, la novela empieza 100 años antes de este personaje y llega casi hasta hasta nuestros días.
¿Habrá un tercer libro de Elvira Valgañón?
Sí, porque yo creo que los que escribimos, nunca dejamos de hacerlo. Por supuesto no todo lo que escribes se publica siempre. Antes de que se publicara invierno, yo estaba escribiendo y sigo en ello con la esperanza de que este nuevo material se publique algún día.
¿Tienes algún referente en el que te hayas fijado para escribir?
Pues un autor concreto en el que me fije o que siga como modelo no, pero sí que pienso que todas las lecturas que hacemos influyen de alguna manera en la forma que escribimos. Pero no tengo un único escritor al que siga y al que me gustaría imitar o al que me gustaría parecerme.
¿Al escribir o al leer tienes alguna preferencia de estilo?
No, yo soy sobre todo lectora de novelas y sí que es verdad que también me gusta leer poesía y a veces ensayos o biografías, pero sobre todo novelas y dentro de las novelas no tengo ningún género que siga con especial interés.
¿Cómo definirías tu estilo a la hora de escribir?
En general, las personas que han leído el libro me han comentado que es una novela que se lee con mucha fluidez, y eso es algo que me parece muy importante. Yo tengo la sensación de que escribo prosa como si estuviera escribiendo poesía, porque busco mucho las palabras, estoy mucho rato pensando en qué palabra queda mejor… La escritura es una escritura pausada, sin prisa y da la sensación de una cierta sencillez. Por eso cuando la gente me dice que ha tenido la sensación de que todo fluía en la historia, y de que es una novela que se lee muy fácilmente, me da mucha alegría porque eso es lo que yo pretendo cuando escribo.
¿Qué hace falta para poder escribir un buen libro y qué consejos darías a futuros escritores que puedan leer esta entrevista?
Para poder escribir, hay que leer. Creo que es el mejor consejo que se puede dar. No hay ningún escritor del mundo al que no le guste leer y yo diría también que casi todos los escritores llegan a la escritura a través de la lectura. Uno lee mucho, le gusta mucho leer y a través de eso, o a partir de eso, decide que quiere escribir. Así que a cualquier persona que le apetezca escribir yo le diría en primer lugar que escriba y que lea; que escriba, porque para escribir bien y para coger soltura hay que practicar este “deporte”, y obviamente leyendo es como más se aprende.
Para concluir, y puesto que nos hemos centrado sobre todo en Invierno, ¿podrías darnos una frase que en tu opinión defina esta novela?
Invierno, una novela de historias de antes, de calles nevadas y de tardes en torno a la lumbre.