¿Demasiados videojuegos?

La Organización Mundial de la Salud incluirá el trastorno por videojuegos como enfermedad mental

En las últimas semanas, los medios de comunicación se han hecho eco de una nueva e inquietante noticia respecto a los videojuegos, y es que la OMS ha decidido incluir el trastorno por un uso excesivo de éstos como enfermedad mental. En una sociedad en la que la mayoría de los niños y adolescentes ya cuentan con su propio teléfono móvil y ordenador, y además tienen una o varias consolas en casa, esto resulta poco menos que alarmante.

Una encuesta realizada a jóvenes de entre 12 y 16 años del entorno de Logroño ha revelado que la gran mayoría de los adolescentes de estas edades juegan a uno o varios videojuegos, siendo mayor el número de chicos que de chicas. Por otro lado, alrededor de la mitad confesaban usar sólo este medio de entretenimiento los fines de semana y durante las vacaciones, pero una parte considerable admitía también usarlos entre semana, incluso en días de colegio. El uso moderado no es preocupante, pero, ¿cuándo podemos decir que existe un trastorno? ¿Qué patrones tienen que darse para que esto se convierta en una enfermedad mental?

Según la OMS, este trastorno se conoce por un patrón de comportamiento continuo del juego y responde a tres condiciones negativas. La primera condición es no saber controlar la conducta del juego en cuanto al inicio, frecuencia, duración, contexto etc. La segunda, es el aumento de prioridad que se le da a los juegos en vez de a otros intereses más necesarios. Y la tercera tiene que ver con la continuidad de esta conducta.

No obstante, para que se pueda diagnosticar este trastorno, es necesario que las condiciones previamente mencionadas se den con continuidad durante más de doce meses. Debido a las graves repercusiones para la salud mental que puede tener una práctica excesiva (tales como nerviosismo, falta de atención, irritabilidad, mal humor, etc.), hemos hablado con Mercedes San Martín, psicóloga y orientadora del Colegio Compañía de María en Logroño, en busca de pautas o consejos para evitar que lo que en principio debe ser una mera diversión se convierta en un serio problema. La experta aconseja el uso “sólo durante el fin de semana, y máximo dos horas cada día”. San Martín señala también “los peligros del juego on-line, en especial los de apuestas y también los que implican jugar con completos desconocidos de los que no sabemos absolutamente nada”. “Es recomendable dormir alejados de cualquier tipo de pantalla, bien móvil, televisión u ordenador. Debemos dejar estos dispositivos fuera de la habitación para evitar cualquier tipo de distracción y/o tentación a jugar”. Pero, ¿cuándo deberíamos empezar a preocuparnos?. En palabras de la psicóloga,

“en el momento en que la ausencia de juego nos produce mal humor, irritabilidad o incluso enfado, podemos decir que existe cierta dependencia”.

Por supuesto, de esta ’cierta dependencia’ a hablar de trastorno mental hay una distancia muy grande que no se recorre en un sólo día, pero es importante conocer hasta qué punto algo que, de primeras parece inofensivo, puede perjudicarnos gravemente y puede tener consecuencias muy negativas.