Receta de... ¡bollos de mi infancia!
Sábado, 17 marzo 2018
Publicado en: Cocina: Oui chef!
¿Acaso sois de los que piensan que los Humanistas pertenecen únicamente al pasado? Pues ya os adelantamos que no es así. ¡Valeeeeeeeeeeeee! No podemos igualarnos con el saber hacer de Leonardo, de Miguel Ángel, de Rafael… porque, reconozcámoslo, la arquitectura, escultura, pintura, ingeniería… de momento no son lo nuestro y, a día de hoy, no hemos ejecutado con mucha maestría ningún trabajo que les llegue a la altura de los tobillos pero, quién sabe, todo puede pasar (hey, que Brunelleschi se lanzó a la construcción de la cúpula de Santa María del Fiore cuando contaba con 43 años de edad y sin haber construido previamente nada que le avalase…). De momento, gracias a este Certamen, estamos descubriendo que esto del periodismo nos gusta y… ¡mucho! y que, cada vez, se nos da mejor: se nos ocurren más temas, trabajamos con más eficiencia…, aunque aún nos queden muchos aspectos por pulir pero como reza el dicho: “Roma no se hizo en un día”. En fin, descubriendo, descubriendo, nos hemos dado cuenta de que la cocina tampoco se nos da nada mal y, aprovechando un ratito de ocio, nos hemos lanzado a cocinar unos deliciosos y dulcísimos bollos cuyo olor nos hace retrotraernos a nuestra infancia y esos bollos tan ricos con los que nos premiaban nuestras abuelas…
En fin, os animamos a que probéis esta sencilla receta cuyo proceso os dejamos resumido en 10 sencillos pasos:
PASO 1:
Preparamos la superficie de trabajo dejando un espacio amplio para trabajar con comodidad.
Ordenamos los ingredientes.
Nos colocamos el delantal y… ¡nos lavamos las manos!
PASO 2:
En el peso: echamos un huevo y añadimos agua a temperatura ambiente hasta que la mezcla pese 150 gramos. A continuación, batimos la mezcla.
PASO 3:
Añadimos el azúcar (100 gramos). Seguimos batiendo.
PASO 4:
En un bol, mezclamos la leche (entera, 100 ml) y la mantequilla (100 gramos) que previamente hemos derretido. Batimos para que quede una mezcla uniforme. Si los deseas, puedes echar mano de la batidora.
PASO 5:
Añadimos la leche y la mantequilla poco a poco a la anterior mezcla (huevo+agua+azúcar). Realiza este paso poco a poco pues en caso contrario puede que la mezcla se corte. Continúa batiendo y añade la levadura.
PASO 6:
Tamiza el harina (520 grs.) y añádele la sal. Incorpórala poco a poco a la mezcla. Cuando lo tengas, añade la esencia de vainilla (2 cucharaditas).
PASO 7:
Espolvorea la superficie donde vas a amasar con un poco de harina (haz lo mismo con tus manos dado que la mezcla es bastante pegajosa). Trabaja la masa durante 10 minutos plegándola del exterior al interior y volteándola.
PASO 8:
Coloca la masa en un bol (espolvoréalo previamente con unos toques de harina a fin de evitar que la masa se quede pegada). Tápala con un trapo de algodón y déjala reposar en una superficie templada durante 90 minutos. Mientras… ¡puedes hacer las tareas de Mates, Lengua, Historia…!
TRUCO: la levadura fermenta mejor con calor así que, si tienes algún radiador cerca o la vitro, aproxímala con cuidado.
PASO 9:
Extiende la masa presionándola con los dedos a fin de que suelte el gas. A continuación, enróllala y córtala en 10 trocitos iguales. Amasa cada porción a fin de darle un acabado con forma de bola. Cuando hayas finalizado. Colócalas en una bandeja de horno. Como luego aplicaremos el glaseado, es mejor que utilices papel de horno para evitar que los bollos queden adheridos a la bandeja. Tapa las bolas de masa con un trapo y déjalas reposar 45 minutos.
PASO 10:
Precalienta el horno a 220º. Destapa la bandeja. Realiza un corte central en las bolitas de masa. A continuación, bate un huevo y, con ayuda de una brocha, pinta las bolitas. Seguidamente mezcla el azúcar (100 grs.) con el agua de azahar y bátelo. Añade la mezcla en la abertura de los bollos. Introduce la bandeja en el horno durante 20 minutos a la temperatura referida.
Y… ¡obtendrás unos esponjosos y dulcísimos bollos! Hummmmmmmm, ¡qué olor, nos recuerdan a nuestras meriendas cuando éramos peques!