CONSUMISMO Y MARCAS

Viernes, 31 marzo 2017

Publicado en: ACTUALIDAD


Hoy en día, podemos consumir todo tipo de productos y bienes, como alimentos, ropa, animales, coches, joyas, etc. Antes de nada, hay que diferenciar entre consumo y consumismo, ya que aunque puedan parecer conceptos similares, hay una gran diferencia entre ellos. El consumo es el simple hecho de consumir para satisfacer necesidades o deseos, como por ejemplo, comprar los alimentos necesarios para la comida de cada día. Mientras que, el consumismo es la tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, muchas veces innecesarios. Haciendo una reflexión y comparación de sociedades, la sociedad de la primera mitad del siglo XX se basaba en ahorrar, ahorrar y ahorrar. Si preguntamos a nuestros abuelos, la mayoría nos dirán que en su tiempo se dedicaban a guardar el dinero toda la vida, trabajando, sin permitirse casi ningún capricho, sólo para cubrir las necesidades básicas (alimentos, ropa, hogar y poco más). Al otro lado, tenemos nuestra sociedad actual, basada en la posesión y acumulación de bienes, es decir, cuanto más y de mayor calidad tengamos algo, mejor. Parece que no podemos ser felices sin gastar, sin tener un coche caro, las últimas zapatillas que han salido, etc. El problema no se encuentra en esto; no es malo permitirse algo de vez en cuando, es más, es necesario comprar y consumir para tener presencia de que no trabajamos en vano y que lo hacemos por tener un nivel de vida considerable. El problema viene cuando hacemos esto de manera inmoderada, tal como define el concepto de consumismo. Pero, ¿hasta qué punto algo deja de ser moderado? La respuesta se halla en otra pregunta: ¿Hasta qué puno necesitamos lo que compramos? Todo aquello que se consume sin ser realmente una necesidad puede considerarse como un exceso.

Las personas que son consumidoras inmoderadas se defienden mediante la explicación de que gracias al consumo se mejora la calidad de vida de las personas y ayuda a la sociedad a desarrollarse. Por ejemplo, si hace 15 años la sociedad en general, no hubiera comprado los primeros móviles y hubieran sido un fracaso en el ámbito comercial; estos, no se habrían desarrollado, no existirían los “smartphones” y de algún modo no estaríamos tan avanzados intelectualmente. Pero estos consumidores, olvidan que no todos pueden consumir, ya que para poder hacerlo y poder disfrutar de la sociedad de consumo, moderna y desarrollada, es necesario, tener dinero. Sin él, todo esto no tiene sentido. Actualmente, sigue habiendo millones de pobre, incluso en países desarrollados, solo tienes que ver al vagabundo de algún portal de la calle. ¿Crees que él se puede permitir el lujo de consumir como lo hacemos nosotros? La respuesta es obviamente, no.

Además de la cantidad de productos, un factor muy importante del consumismo, son las marcas. Este término puede entenderse como calidad o como elegancia. Independientemente del objetivo, todos compramos algún que otro producto de marca, ya sea comida, ropa, tecnología, productos para el aseo… Por tanto, podemos decir que adquirir productos de este tipo es normal y casi inevitable. El problema surge cuando nos fijamos más en las marcas que en el producto. Y se define como adicción en el momento en el que sólo queremos productos de marca. Esta adicción es un reflejo del materialismo de la sociedad actual.

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Entonces, ¿cómo puedo saber sisoy o no soy un consumidor impulsivo? Y, ¿tengo o no una adicción por las marcas? Solo tienes que hacer autocrítica, cuando estés comprando algo, pregúntate: ¿Es realmente necesario esto? ¿Podría invertir el dinero que me estoy gastando en algo más útil? ¿Qué porcentaje de los productos que he comprado es de marca?

Tú mismo darás con la respuesta.

 

Gloria Martin

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Curso: 4º ESO

Tutor: Ester García Andreva

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