CRÍTICA LIBRO “EL NOMBRE DEL VIENTO”:

 

El nombre del viento, de Patrick Rothfuss, llegó a mis manos por recomendación de unos amigos.

Si hubiera visto El libro del viento en cualquier librería, no le habría dedicado ni un segundo, ya que tiene una estética algo…diferente.

Pero al comenzar a leerlo me di cuenta que estaba ante algo muy distinto.

A la mitad del libro me di cuenta por qué tengo ese afán lector: principalmente por placer, pero también por encontrar libros absorbentes, como este.

Al terminar la novela, me di cuenta de que me habían hecho la mejor recomendación de mi vida.

A diferencia de otras obras de fantasía, el mundo de Rothfuss es tan real, tan coherente y cercano, que no me daba la impresión de leer fantasía sino una crónica histórica sobre un período que ignoraba por completo.

La originalidad de Rothfuss y de su forma de narrar es que la historia propiamente dicha no empieza hasta casi las 100 páginas. Entonces pensaréis: “menudo rollo”. No, no es aun rollo. Es pausada, habla de cosas cotidianas, pero en ningún momento es aburrida.

Esos momentos tranquilos que ocurren en una posada…

Esos detalles que van insinuándose en el humilde posadero. Un posadero con el pasado más fascinante que podamos imaginar. Y él está dispuesto a contarlo todo. Lo real, sin mentiras ni historias falsas.

 

Su infancia de troupe itinerante, su habilidad con el laúd y sobre todo, su magia, sin efectos especiales, trucos. Una magia que suena tan real que parece verdad.

Rothfuss tiene una manera de escribir muy curiosa: a primera vista parece que es largo, tedioso, pero al poco rato, consigue atraparte y provocar que sientas lo que lees, incluso parece que el protagonista te habla personalmente a ti.

Así que os voy a ser sinceros: si queréis leer una novela que os atrape y os deje con un buen sabor de boca para la segunda parte (porque la hay) os recomiendo este libro.

 

 

Os dejo un fragmento:

“He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.”

“Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.”

 

                                                                                 Javier Lasanta Palacios