UNA NUEVA CRECIDA TODAVÍA MÁS ESPECTACULAR AFECTA AL VALLE DEL EBRO A FINALES DE FEBREROY OCASIONA CUANTIOSOS DAÑOS EN LA RIOJA BAJA

Calahorra, Alfaro, Rincón de Soto y otros municipios piden la declaración de zona catastrófica

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

QUÉ DICEN LOS CIENTÍFICOS:

Expertos  de más de 40 universidades españolas, centros de investigación  y diversas organizaciones han apoyado un documento elaborado por la Fundación Nueva Cultura del Agua “Por unas medidas sostenibles y eficaces al riesgo de inundaciones” y han consensuado una serie de propuestas que difieren de las medidas que en la actualidad  aplican las administraciones. En resumen sus propuestas son:

• Las crecidas forman parte de la dinámica natural de los ríos y aportan grandes beneficios a la sociedad (limpieza de los cauces, recarga de acuíferos, fertilización natural de las tierras de cultivo, mantenimiento de la biodiversidad, aporte de sedimentos a deltas y arena a las playas…)
• Los daños por inundaciones aumentan por la mala gestión (ocupación de zonas inundables, carreteras y taludes que cortan las redes de drenaje natural…)
• Infraestructuras de control del río de limitada utilidad (presas, diques y escolleras…). Los diques y motas de contención demasiado cerca del cauce son ineficaces para evitar las grandes inundaciones. Los dragados o “limpiezas” del río no resuelven nada porque apenas influyen en la altura de la corriente. Las escolleras no hacen más que trasladar los riesgos a otras zonas. Las obras de infraestructura además de poco útiles son muy caras y tienen un corto periodo de vida, lo que supone un gran despilfarro. Además favorecen una mayor velocidad de las aguas de avenida aumentando su capacidad de destrucción.
• La Directiva Europea de inundaciones de 2007 establece que no se puede ni se debe evitar las inundaciones, y aboga por devolver a los ríos su espacio a través de una gestión adecuada de los territorios fluviales: recuperación de las llanuras naturales de inundación como vía de laminación de las avenidas, devolviendo a los ríos su propio espacio ,como se está haciendo en EEUU, en el Rhin y otros grandes ríos europeos. Las zonas inundables actúan como zonas de expansión de las crecidas y en ellas deben recuperar los bosques de ribera que contribuyen a frenar la energía de las crecidas. Se deben retranquear o eliminar diques y motas, dotándolas en todo caso de compuertas para expandir la inundación suavemente. Se deben adaptar los usos agrícolas haciéndolos compatibles con la inundabilidad.

“Nosotros creemos que si no respetamos la naturaleza, se vuelve contra nosotros