Los ancianos, los más sabios
El miércoles día 4 de marzo, nuestras reporteras han ido a buscar información sobre Murillo y para ello han ido a entrevistar a las personas que más saben sobre nuestro pueblo, las ancianas.
Primero ha sido entrevistada una señora de 73 años :
PREGUNTA: ¿Qué te parecen las nuevas tecnologías?
RESPUESTA: No entiendo nada de móviles; es muy difícil, pero la televisión la entiendo mejor. La tecnología ha cambiado a mejor porque antes no había ni teléfonos.
P: ¿A qué jugabas de joven?
R: Jugaba al corro de la patata, a los tres navíos, a fútbol, a la comba y a la pelota.
P: ¿Ha cambiado mucho Murillo?
R: Sí, totalmente. Hay muchas más casas y ahora las carreteras están encementadas y está mucho mejor.
P: ¿Cómo era la educación antes?
R: En el colegio nos separaban a los niños de las niñas. Antes no había muchas asignaturas. Íbamos a la escuela por la mañana y por la tarde, todos los días menos el domingo. Los jueves por la tarde había fiesta y cosíamos ropas. Y cuando había fiesta como San Esteban, por la mañana dibujábamos y por la tarde se cosía. ¡Había 5 colegios en Murillo! A los 14 años ya no se iba al colegio, si querías seguir estudiando tenías que ir a Logroño.
Luego han sido entrevistadas un grupo de hermanas de 83,75, 73 y 68 años:
PREGUNTA: ¿A qué jugabais de pequeñas?
RESPUESTA: Jugábamos a las tabas, a los alfileres y a los cromos.
P: ¿Sabéis manejar algún aparato electrónico?
R: Solo sabemos el teléfono fijo y la televisión.
P: ¿Cómo era la vida de antes?
R: Antes teníamos que ir al río a fregar y a lavar la ropa. Para ir al baño tenías que ir al corral a hacer tus necesidades.; pero tenías que tener cuidado con las gallinas porque te podían picotear. No había papel así que nos limpiábamos con papel de periódico, con lechuga y con piedras. Por las noches nos quedábamos en casa y jugábamos a las tabas y cosíamos. Algunas tardes alquilábamos bicicletas y comprábamos 2 kilo de naranjas, nos las comíamos todas, hasta chupábamos las cáscaras. También, cuando nuestras abuelas hacían rosquillas, las metían en las despensas y las cerraban con llave. Nosotras encontrábamos la llave, abríamos la despensa y nos comíamos casi todas las rosquillas. El día de San Pedro, hacíamos pastas, erizos y bizcochos para comérnoslas en las bodegas, donde se reunían todas las cuadrillas.
P: ¿Cómo era el colegio antes?
R: En el colegio, solo teníamos una enciclopedia para un curso. Los chicos iban a otra escuela y nosotras a otra. En cada mesa trabajaban dos personas, se escribía con pluma y tinta y era muy difícil porque si te equivocabas había que hacerlo todo de nuevo. Las maestras, como castigo, nos pegaban con la regla o un libro, también nos pellizcaban y nos mandaban ponernos en cruz y sostener unos libros en la mano.
P: ¿Os ha pasado alguna anécdota graciosa cuándo erais pequeñas?
R: (Según la señora de 83 años) Yo me acuerdo que en el colegio había unas rejillas y se me cayó un lápiz y no lo podía sacar. Así que la maestra me pegaba con la regla, hasta que lo sacase.
También me acuerdo de que tenía novio y me estaba esperando en la calle, pero a mí me obligaban a quedarme a amasar el pan porque era la mayor. Lloraba todas las veces, porque tenía a mi novio esperando.
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