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Deportes

"Gran esfuerzo, mejor recompensa"

Los participantes en los distintos deportes de los Juegos Deportivos intentan lograr los mejores resultados. Pero esa es una labor en la que no están solos. Necesitan esfuerzo, trabajo y dedicación y en esas tareas juegan un papel importante tanto los entrenadores como los delegados y el resto del cuerpo técnico de los equipos.

Es algo que se puede comprobar en todas las entidades y un claro ejemplo es el Calasancio,  que cuenta con alrededor de una treintena de equipos entre fútbol, balonmano y baloncesto. José Luis Goñi es el vicepresidente, además de encargarse de todo lo relacionado con el balonmano. En su opinión, la labor de los entrenadores y de los delegados resulta muy importante. “Es fundamental”, sentencia. Desde su experiencia en el club, además, considera que su trabajo es doble. “Para nosotros lo humano está por encima de lo deportivo y el entrenador lo tiene que saber y predicar con el ejemplo”, explica. “No sólo tiene que inculcar conocimientos físicos y deportivos, sino también actitudes humanas”, añade. Además, todo eso, sobre todo en las edades más tempranas, debe ir acompañado de diversión. “El deporte tiene una labor educativa, pero también una lúdica y todos los niños que lo practican se lo tienen que pasar bien”, apunta el vicepresidente de la entidad logroñesa.

Se trata de un trabajo que en algunos equipos como el Calasancio no se encuentra remunerado económicamente. Por eso, a veces no resulta sencillo encontrar entrenadores que. “Con los delegados no hay problema porque siempre hay padres encantados de colaborar, pero con los entrenadores es más complicado”, apunta Goñi. “Por esa razón, tienen mucho mérito aquellos que sí lo hacen”, apostilla.

El vicepresidente del Calasancio, eso sí, sabe por experiencia propia que trabajar con los niños otorga también muchas satisfacciones. “Lo mejor es, sin duda, el cariño que te muestran; con ellos nunca te sientes solo y cuando tienes momentos malos ellos te ayudan a superarlos”, explica. “Es algo que compensa”, apuntilla. Aun así, es necesario que ese compromiso que muestran los técnicos sea también con el de los jugadores. “Yo empecé a entrenar a equipos con 16 años y, desde entonces, sí que he notado una evolución negativa en ese aspecto, sobre todo, en los más mayores”, se lamenta. “Hay que insistirles en que hagan deporte porque así lo quieran, porque les guste”, añade. Si es así, siempre encontrarán entrenadores y delegados que estén dispuestos a ayudarles en incrementar ese compromiso. Padres, técnicos y los propios jugadores deben caminar en una misma línea.

 

Trabajo realizado por: María Andrés y Carolina Terrazas, miembros de El Callejero.

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