Con la casa a cuestas por toda América
¿A cuántos de nosotros nos gustaría viajar por el mundo como lo han hecho ellos? Rafa Ocón, decendiente de alfareños, y su novia, Noelia Escalera, han tenido el valor de recorrerse América iniciando su aventura desde Alaska (EE.UU) hasta Ushuaia (Argentina) en casi dos años. En furgoneta, con la mochila a cuestas o en casa de quienes quisiesen acogerles, estos dos riojanos, él diseñador web y ella diseñadora gráfica, transitaron por toda América. Por suerte, hemos tenido la oportunidad y el placer de comunicarnos con Rafa,aunque haya sido vía skype, para que nos cuente la experiencia en primera persona.
Pregunta:¿Cuánto tiempo os costó el viaje?
Respuesta: Estuvimos viajando por América durante 25 meses, salimos en mayo del 2012. La verdad es que no teníamos prisa por regresar, íbamos a nuestro ritmo, más o menos rápido según las estaciones del año que nos tocaban en los diferentes países.
(P)-¿Dónde dormíais?
(R)-Compramos una furgoneta en Seattle y fuimos hasta Alaska con ella, hicimos unos 3000 km. Allí dormíamos y con la misma furgoneta llegamos hasta el sur de Los Ángeles, donde la vendimos. A partir de ahí estuvimos haciendo couchsurfing, que es un sistema para alojarse en una casa sin que te cobren, se trata de un intercambio. Y estuvimos viajando así, de mochileros, hasta llegar a Colombia. Pero allí estábamos ya agotados de ir con la casa a cuestas, porque mi mochila pesaba 30 kilos y la de Noelia 24, así que decidimos comprar una Mitsubishi todoterreno, vendimos los asientos traseros del coche, compramos un sofá y un colchón, y así estábamos como en nuestra casa.
(P)-¿En algún momento pensasteis en abandonar por cansancio o por otro motivo?
(R)- No, nunca. Para nosotros no era un reto hacer este viaje, así que fuimos disfrutando del día a día sin marcarnos una meta. Cuando tan solo llevábamos un mes viajando, ya pensábamos que pasase lo que pasase, había merecido la pena esta aventura. Un viaje así hay que plantearlo día a día, superar muchos problemas y obstáculos: el coche se nos averiaba y nos dejaba tirados, nos robaban… Había muchos pequeños problemas que se nos iban presentando, pero los íbamos superando. Y de repente, cuando llegas al lugar que querías y ves que lo has logrado, es un sentimiento único.
(P)-¿Sufristeis algún daño físico? ¿Y moral?
(R)- No, realmente nada, solo algunos catarros, que son los mismos que pillas estando durante dos años en Alfaro. Y en Perú sí que tuve un percance, y fue que haciendo sandboarding (snow en dunas de arena) me caí y tuve un desgarre muscular en las costillas y no me pude mover durante un mes. Pero aún con dolor, continuamos con el viaje. La situación más peligrosa que tuvimos fue que estando en un parque natural de EEUU, dentro de un cañón, se empezó a inundar repentinamente. Fue algo muy dramático, ese vídeo lo subimos a nuestro blog.
(P)-¿Cómo se os ocurrió la idea de explorar América?
(R)-Nosotros ya teníamos creada nuestra página unmillondeelefantes.com, en la que íbamos compartiendo rutas para otros viajeros. Y también teníamos nuestros trabajos estables. Pero hay algo que se llama sueños, ilusiones que has tenido siempre y que quieres cumplir, así que decidimos dejar nuestros trabajos. América la elegimos porque tanto como para Noelia como para mí era el continente más desconocido.
(P)-Cuando os lo planteasteis, ¿os imaginasteis que lo haríais de verdad?
Cuando tenía 24 años di la vuelta al mundo yo solo, viajé por muchos países. Pero Noelia no había viajado tanto y quería sentir esa experiencia. Me preguntaba muchas veces que cuándo íbamos a hacer juntos un viaje largo y sin prisas, sin fecha de regreso. Yo en un principio no podía por mi trabajo, pero después de pensarlo bien le dije que lo haríamos. Al principio ella pensó que era una broma, tardó dos semanas en asimilarlo y darse cuenta de que hablaba en serio, y 6 meses después estábamos en Estados Unidos empezando el viaje.
(P)-¿Cuál es vuestra conclusión del viaje?
(R)-Que la vida es mucho más sencilla de lo que parece. Aquí nos hace falta una ducha, un coche, una casa, un móvil… y eso conlleva un compromiso porque cuanto más tienes más necesitas. Y viajando con pocas cosas la vida se reduce a ver atardeceres, amaneceres… Conocer gente que disfruta de la vida de otra forma, de una forma mucho más sencilla que nosotros. Y esa sencillez es lo que más nos ha gustado. Ser felices es lo importante, y lo que nos ha llenado ha sido ver a gente humilde que se levanta con una sonrisa cada mañana, que es feliz con pequeñas cosas.
(P)-¿Qué consejo daríais a la gente que quiere hacer el mismo viaje que vosotros?
(R)-Que hay que ir paso a paso a la hora de cumplir los sueños, que no hay que obsesionarse pero sí intentarlo. Cada uno tiene sus inquietudes: conocer Machu Picchu, Viajar por Europa, vivir en EEUU… Yo tuve hace años un sueño que era dar la vuelta al mundo y lo hice. Después surgió lo de América… En esta vida hay que sonreír, hay que soñar y hay que tener valor, porque hay mucha gente que no realiza sus sueños por miedo. Pero hay que pensar que los miedos son efímeros. Nosotros al principio también teníamos muchos, pero ves que poco a poco se pueden solucionar, y los vas afrontando. Eso es lo más bonito del viaje.
(P)-¿Qué es lo más raro que habéis comido?
(R)-En Ecuador probamos el cuy, que es a lo que aquí le llamamos cobaya. No podíamos creer que lo que aquí tenemos como una mascota allí lo tienen en una jaula dándole comida para que engorde y después comérselo. Y en Colombia probamos unas hormigas gigantes, que son carísimas y que para la gente de ahí son exquisitas.
(P)-¿Tuvisteis problemas a la hora de desplazaros a otros países?
(R)-Cruzar las fronteras en coche no es tan fácil como cruzarlas a pie, te piden muchos más papeles. Tuvimos problemas al pasar de Colombia a Ecuador, ya que el contrato que teníamos del coche era algo ambiguo y la compra podríamos decir que no había sido del todo legal. Pero bueno, al final lo solucionamos. Otro problema con que nos encontramos fue que antes de cruzar la frontera entre Perú y Bolivia nos robaron y se llevaron el pasaporte de Noelia. Al final conseguimos llegar a La Paz y allí renovar su pasaporte. Pero si no se te presenta ninguno de estos problemas, es sencillo cruzar las fronteras.
(P)-¿Tuvisteis que trabajar allí o tenías ahorrado lo suficiente?
(R)-Las dos cosas. Salimos con ahorros y con la página unmillóndeelefantes.com, que aunque no daba dinero la gente consultaba y sabía de nosotros. Y sobre la marcha te reinventas. Por ejemplo, cuando estuvimos en Alaska queríamos hacer kayak, pero la actividad era demasiado cara, así que les propusimos hacerles un vídeo promocional a cambio de la actividad. Aceptaron y fue genial. Así que todas las cosas que íbamos haciendo las filmábamos y las subíamos al blog, después intentábamos buscar sponsors… y a cambio comseguíamos dinero o la actividad. A distancia también hemos hecho trabajos de reporteros gráficos. Y además comprábamos productos en unos países para luego venderlos en los demás, como los puros en Cuba que luego vendíamos en México, o las piedras en México que luego vendíamos en Costa Rica. Así ganábamos dinero.
(P)-¿Qué es lo que más os llamo la atención de las culturas?
(R)-América tiene muchas culturas indígenas: Ecuador, Colombia, Perú, Guatemala… Pero lo que más nos ha llamado la atención es que, a pesar de las muchas diferencias que hay entre todos los países de América, todos tiene un nexo de unión. Son un solo continente, por muchas diferencias económicas o políticas que haya entre todos los países, e incluso EEUU tiene mucho en común con el resto de los lugares de América.
(P)-¿Hicisteis amigos? Y si es así, ¿os mantenéis en contacto?
(R)-Conocimos a muchísima gente y tenemos contacto con muchos de ellos, eso es lo mejor del viaje. Viajando con el coche, al alojarnos en casas de la gente o por casualidad, hemos hecho grandes amistades. Con muchas de esas personas no podemos contactar ya que no tienen Internet ni teléfono y es una pena, pero estamos seguros de que los visitaremos de nuevo.
(P)-¿Os llegó a cansar mucho viajar tanto en tan poco tiempo?
(R)-Sí, te cansa y te cansas mucho, la verdad, a pesar de que el viaje lo hicimos a ritmo muy tranquilo. Hay gente que lo hace en cuatro meses, pero nosotros no, quisimos hacerlo sin prisas. Pero por ejemplo, después de vender la primera furgoneta que tuvimos, fuimos de mochileros por todo Centroamérica. Pero nuestras mochilas eran muy pesadas porque teníamos que llevar todo el material informático, así que la de Noelia pesaba 24 kg y la mía 30 kg. Y llegamos a Colombia agotados, por eso compramos un coche, porque no podíamos más. Así que ahora, no queremos hacer ningún viaje por ahora, queremos disfrutar de nuestro sofá y de tranquilidad. Aunque eso también cansa, por supuesto.
(P)-¿Dónde estáis ahora?
R: Después de estar conectados más de dos años con la naturaleza, no nos veíamos capaces de meternos en un piso y en una ciudad, así que nos hemos venido a Ezcaray, que es lo más parecido a los que vivimos.
(P)-De todos los países, ¿con cuál os quedaríais?
(R)-Es un poco difícil decir un país en concreto. Norteamérica nos sorprendió mucho. Pensábamos que era lo que menos nos iba a atraer de todo el viaje y sin embargo nos llevamos una impresión increíble, sobre todo de los parques naturales que hay allí. Y del resto de América quizá nos quedaríamos con Guatemala, por su cultura indígena, la amabilidad de sus gentes y la naturaleza, a pesar de ser un país peligroso, y con Ecuador, por ser un país lleno de contrastes, ya que es un lugar muy desarrollado pero con una cultura indígena muy fuerte.
(P)-¿Fuisteis solos? ¿Quiénes os acompañó?
(R)-Salimos dos, y conocimos a mucha gente con la que compartimos muy buenos momentos, y haces partes del viaje con ella… pero la aventura fue solo nuestra. Sin embargo, al final se nos unió una persona muy especial, y es el bebé que nación hace justo un mes.
(P)-¿Os encontrasteis en el camino a algún español?
(R)-Sí, muchos. La crisis ha hecho que la gente salga a ver mundo y a buscar nuevas experiencias. Además nos encontramos con un asturiano que dijo que llevaba ya 10 años viajando y que estaba dando la vuelta al mundo en bicicleta. Le encontramos en Alaska y llegaba de Japón. Si queréis saber más sobre él, podéis visitar su página, www.biciclown.com.
(P)-¿De dónde salió la idea de llamar a vuestra página “Un millón de elefantes”?
(R)-La idea surgió después de un viaje a Laos, Camboya y Vietnam. Antiguamente, a Laos se le llamaba el país de un millón de elefantes y la sombrilla blanca, porque había muchísimos elefantes y al emperador lo llevaban bajo una sombrilla. Ahí surgió la idea de hacer una comunidad de viajes; no sabíamos muy bien para qué, sólo sabíamos que nos gustaba la idea. Y como mi pareja es diseñadora gráfica y yo diseñador web, pues nos pusimos manos a la obra y hemos estado horas, días, semanas, años. trabajando en este proyecto. Noelia y yo hemos trabajado muy duro para llevar a cabo esta idea. Allí es donde metemos vídeos y rutas por donde hemos viajado y donde los demás viajeros pueden compartir sus aventuras.
(P)-¿Perdisteis peso durante el viaje?
(R)-Sí, yo estaba muy delgado, te mueves mucho, comes mal… Nunca vas a comer como en tu casa, que tienes la nevera llena de comida siempre, con chocolate y chorizo. Había ocasiones en las que no podíamos comer porque en la frontera nos quitaban lo que llevábamos, o comíamos comida basura, como en Estados Unidos o México… pero bueno, eso era lo de menos.
(P)-¿Cómo se os ocurrió hacer surfing en el volcán de Nicaragua?
(R)-Lo habíamos escuchado y a mí me gusta hacer snowboard. Así que buscamos un sponsor, nos llevó hasta allí y lo hicimos. Con un grupo grabamos un vídeo. En realidad ese vídeo era para nosotros y para la empresa que nos había regalado el tour, pero luego gustó mucho y nos lo compraron unos estadounidenses, también un canal alemán… así que nos salió redondo.
(P)-¿En cuántos países o lugares habéis estado?
(R)-En total han sido 16 países. Visitamos todo Norteamérica y Centroamérica, pero en Sudamérica tuvimos que prescindir de visitar algunos países. Por ejemplo, cuando quisimos visitar Venezuela acababa de morir Hugo Chávez y al final no fuimos.
(P)-¿Qué cosas negativas os lleváis de esta experiencia?
(R)-Nos quedamos siempre con lo positivo, me cuesta deciros algo negativo… Quizá cuando nos robaron, pero el mal rato nos duró diez minutos: durante todo nuestro viaje llevábamos siempre tres discos duros para grabar en ellos todo el trabajo que íbamos haciendo durante el viaje, nuestros vídeos, fotos… Siempre acostumbrábamos a poner cada uno en una mochila diferente porque si nos robaban, siempre tendríamos alguno. Pues dio la casualidad de que estando fuera de la furgoneta, en Perú, cerca de la frontera con Bolivia, entraron a robarnos por la otra puerta del vehículo y se llevaron una mochila. ¡Qué disgusto cuando nos dimos cuenta de que en la mochila iban los tres discos duros! Nos llevamos muy mal rato, era todo nuestro trabajo de más de un año. Pero menos mal que teníamos la furgoneta muy desordenada y entre las sábanas enseguida nos dimos cuenta de que estaba uno de los discos duros… ¡Menos mal! Así que al final, todo salió bien. También en la mochila robada iba el pasaporte de Noelia, pero también pudimos solucionarlo.
(P)-¿Qué es lo que os dice la gente cuando se entera de la aventura que habéis vivido?
(R)-La gente que tiene inquietudes dice “¡Madre mía!” Luego hay personas que son incapaces de hacer algo fuera de la rutina y un viaje como el nuestro quizá les asusta… Yo solo sé que la vida es muy corta y hay que disfrutarla. Vosotros quedaos con esto: qué quiero hacer con mi vida. Además yo creo que los viajes aclaran las ideas, te hacen conocer cosas nuevas, gente diferente… Cuando os hagáis mayores os invito a pensar qué queréis hacer con vuestra vida, y hacerlo.
(P)-¿No os dio pena volver a España?
(R)-Por un lado sí nos dio pena, pero por otro no. Y es que ya estábamos cansados y también teníamos ganas de ver a nuestra familia, a los amigos, estar en casa, sentir ese ambiente familiar… Cuando llevas ya tres meses aquí empiezas a echar de menos todo, personas, entornos… pero lo importante ahora es haber cumplido el sueño y estamos muy contentos como estamos.
(P)-¿Tenéis pensado hacer otro viaje como este?
(R)-Ahora, con un bebe, estamos organizándonos y experimentando esta nueva aventura de ser padres. Hemos visto a muchas personas que viajan con niños… pero por ahora, no.
(P)-¿De quién os acordabais cuando hacíais alguna actividad arriesgada?
(R)-De nuestras madres (se ríe).
(P)-¿Cuántas vacunas os habéis tenido que poner?
(R)-Ninguna, porque ya teníamos puestas todas las vacunas que nos pedían: la de la fiebre amarilla, la de la hepatitis A y B y la de la fiebre tifoidea.
(P)-¿Cuántos kilómetros recorristeis en total?
(R)-Más o menos 45.000 km.
Aquí tenéis un momento de la entrevista que tuvimos con Rafa vía Skype:
Si queréis saber más a fondo sobre esta fantástica travesía, podéis meteros en su propia página web www.unmillondeelefantes.com en la que se muestran fotos, vídeos y crónicas de todos los sitios a los que fueron.
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