Los romanos invaden el C.E.O. "Villa de Autol"

Instantánea de varias alumnas de 2º ESO durante la celebración de Catonia.

Miércoles, 24 enero 2018

Publicado en: Sobre nosotros


Comenzamos esta semana refiriéndoos una de las actividades que acabamos de desarrollar en nuestro Centro: “Catonia”. Y, ¿qué es eso os estaréis preguntando? Tranquilos, empezaremos a explicarlo todo como debe ser, por el principio, ¡qué para eso hemos repasado la estructura de la narración! Catonia es el nombre que nuestros profesores de Secundaria han otorgado a la fiesta temática que acabamos de celebrar recientemente. Se trata de una iniciativa que arrancó el curso pasado y que, parece ser, va camino de convertirse en uno de los clásicos de nuestro C.E.O. Como nos ha explicado nuestra tutora periodística: “la idea surgió de forma casual, en una reunión de Departamento, cuando estuvimos reflexionando sobre diferentes alternativas al festival de Navidad para los alumnos de la E.S.O.”. Y es que, a pesar de que todo el mundo se implica al 100% para tratar de hacer de ese día una jornada memorable, nosotros estamos en pleno proceso adolescente y ya sabéis todo lo que eso conlleva: el “no” y sus variantes (“no me apetece”, “¡qué pereza!”, “ya somos mayores para eso”), como respuestas instintivas menos mal que, como nuestros padres y docentes apostillan: “la adolescencia es una mal pasajero”. La cuestión es que ante nuestra actitud pasivo-escéptica navideña, nuestros profesores pusieron sus mentes a pensar, y decidieron crear un día especial para nosotros y, a fin de poder explicároslo mejor, hemos decidido entrevistar a una de las docentes que están detrás de esta iniciativa, Ana Olarte, Profesora de Geografía e Historia:

– Barrio catón: Hola Ana, ¿podrías explicar a nuestros lectores en qué consiste esta jornada?

– Ana Olarte: Como bien habéis explicado, se trata de una propuesta consistente en una jornada lectiva muy diferente a lo que venimos realizando en el día a día. La idea es que, partiendo de un contexto histórico, profesores y alumnos podamos disfrutar de una opción didáctica pero también lúdica porque, como sabéis, la diversión es una parte muy importante a la hora de aprender. El año pasado la temática elegida fue la Edad Media y nuestro Centro se transformó en Autolot y, éste, en la Edad Antigua, concretamente en el Imperio romano y de ahí lo de Catonia. De este modo, elegido el tema y gracias a la colaboración de la Asociación Cultural de Reconstrucción Histórica “Hermanos de Armas”, organizamos un circuito compuesto por varios talleres que completamos con un almuerzo y una actividad común.

– B. C.: ¿Y qué criterios tenéis en cuenta a la hora de elegir las actividades?

– A. O.: Seleccionamos talleres que tengan un trasfondo didáctico, es decir, que aprendamos algo con ellos y que cubran algún aspecto de las diferentes materias o campos de estudio pero que, al mismo tiempo, sean dinámicos, es decir, que no tengamos que estar sentados como si estuviéramos en clase.

– B. C.: ¿Podrías ponernos algún ejemplo?

– A. O.: Tanto el curso pasado como este, iniciamos la jornada con un pregón. Este año ha sido particularmente gracioso porque lo ha realizado el mismísimo emperador, Fernandus Aurelianus, custodiado por los legionarios más valerosos de la mundialmente conocida Guardia Pretoriana catona. Para la ocasión, uno de los Conserjes del Centro, Fernando, que es todo un artista, construyó una cuadriga y una fachada de un templo espectaculares. Seguidamente, cada clase comienza con el taller que se le ha asignado. Por lo general, éstos suelen durar unos 30 minutos y tienen carácter rotacional. Entre los que hemos realizado hasta el momento destacan: el de cestería, tiro con arco, formación militar, botánica, juegos históricos… ¡si hasta tuvimos un establo con un rebaño de corderos!

– B. C.: ¿Qué otras actividades desarrolláis?

– A. O.: A media mañana hacemos un descanso para almorzar todos juntos en nuestra taberna. Este curso hemos disfrutado de un riquísimo y calentito caldo de pollo y unas deliciosas patatas asadas aliñadas al gusto. Pero, sin duda, lo que más nos gusta y divierte son los…¡disfraces! Porque, en la medida de lo posible, animamos a los alumnos a que se disfracen y, a modo de remate de fiesta, anunciamos quiénes han resultado ganadores. Ni qué decir que lo que más valoramos es la originalidad, cualquiera puede elaborar su propio disfraz dejando volar su lado más creativo. Al final unos y otros terminamos prestándonos cosas y dando utilidad a todo lo que encontramos como telas decorativas que ya no utilizamos, mantas viejas que convertimos en capas… Por último, realizamos alguna actividad conjunta como la coreografía que hicimos el curso pasado gracias a Mª José, nuestra P.T. de Secundaria.

– B. C.: ¿Qué crees que nos aportan experiencias como ésta?

– A. O.: Un montón de cosas. Lo que más me llama la atención es cómo todo el mundo se involucra, así que responsabilidad, compañerismo, risas y anécdotas que, de seguro, recordaremos siempre. Para empezar, cada clase tiene que contribuir a la fiesta realizando un cartel. Este año, para dar más el pego, todos estaban en latín y quedaron geniales, todos desean contribuir y se sienten orgullosos cuando los demás pueden ver sus producciones. Otros alumnos incluso se atrevieron a realizar réplicas de pinturas romanas y quedaron varias tardes para poder hacerlas, los estudiantes de Apoyo se encargaron como ya viene siendo frecuente de construir el cartel oficial que situamos al inicio de nuestra ciudad por no decir que, la tarde previa, un montón de estudiantes vinieron de forma voluntaria para montar toda la decoración. Sin duda, ése es mi momento preferido: profesores y alumnos trabajando y disfrutando conjuntamente, compartiendo risas aunque, debo reconocer, que todo el mundo se vuelca con la actividad: el año pasado los vecinos de una de las calles con más señorío de Autol, Los Sastres, nos dejaron un montón de banderines decorativos. Para Catonia, el I.E.S. “Valle del Cidacos” nos ha cedido mucho de su atrezzo como bustos, esculturas de cuerpo entero, y la Asociación Cultural “Grupo Viviente” también nos ha prestado mucho material. Como digo, son las ventajas de vivir en un pueblo, ¡que todo el mundo participa!

Punto y coma

Curso: 4º ESO

Tutor: Ana Olarte Fernández

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