Las drogas

Las drogas son el gran problema que tenemos en la actualidad y es muy difícil de erradicar.        Son sustancias cuyo consumo puede producir efectos muy nocivos para nuestra salud, como, dependencia, estimulación, o depresión de nuestro sistema nervioso central, el cual es la estructura más delicada e importante que tiene el ser humano. Estas sustancias actúan sobre estas estructuras, dañándolas y, por lo tanto, van a constituir un elemento grave y muy peligroso para la colectividad, para nuestra propia salud y para la salud pública.

 

Podemos clasificar las drogas en dos grupos: duras y blandas. Las duras  alteran el comportamiento psíquico y social del adicto, como, el opio y sus derivados, el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos. Las blandas  crean dependencia psicosocial, entre las que se encuentran  los derivados del cáñamo, el hachís, la marihuana, la cocaína, el tabaco  etc…

 

Cada vez son más las personas que empiezan a consumir este tipo de sustancias a una edad temprana y debemos poner algún medio evitarlo. El abuso de drogas en los menores de edad puede acarrear aún más riesgo que en personas adultas, y esto sucede porque sus cerebros no se encuentran completamente desarrollados.

 

Es común experimentar con el alcohol y las drogas durante la adolescencia, pero es llamativo que los jóvenes no vean la relación entre sus acciones en el presente y las consecuencias del mañana. Tienen la tendencia a sentirse indestructibles e inmunes hacia los problemas que otros experimentan. Además, el uso de alcohol o tabaco a una temprana edad también aumenta el riesgo de uso de otras drogas más tarde.

 

Algunos experimentan un poco o dejan de usarlas  o las usan ocasionalmente sin tener problemas significativos. Otros desarrollan una dependencia y usan luego drogas más peligrosas y se causarán daños significativos a ellos mismos y posiblemente a otros. Lo que principalmente lleva a consumir este tipo de sustancias en la adolescencia es:  un historial familiar de abuso de sustancias, estar deprimido, baja autoestima y también sentirse que no pertenecen al grupo y que están fuera de la corriente.

 

Por otro lado, las clases de drogas de prescripción comúnmente más usadas son: los analgésicos, los opioides (la codeína  que se encuentra en la medicina para tratar la tos, la morfina que trata diversas dolencias…)  y los estimulantes para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad.  De estos medicamentos se abusa comúnmente  y son depresores del sistema nervioso central, que también se conocen como sedantes, tranquilizantes y estimulantes. Por lo tanto, algunos medicamentos alteran la mente y por eso a veces son tomados en cantidades que no fueron indicadas por un médico. De hecho, los medicamentos de prescripción y de receta libre son después de la marihuana y el alcohol las sustancias comúnmente más abusadas por los adolescentes.