¡Nos vamos de feria... (agrícola)!

Como os hemos referido en varias ocasiones, los componentes de Barrio catón, vivimos en un bonito pueblo, Autol, situado en el sureste de nuestra Comunidad que, como otras muchas localidades, tiene en la agricultura su principal actividad económica. De este modo, a pesar de que el cultivo del champiñón se ha convertido en su activo más reconocible, también debemos de incluir la gran superficie de tierras destinadas a la vid cuyo magnífico zumo, poco a poco, va teniendo un mayor número de adeptos, aunque también debemos de destacar nuestros excelentes olivos, así como diversos frutales (os recomendamos que probéis nuestras deliciosas ciruelas, manzanas, peras…) y hortalizas (como nuestras judías entre otras). Así pues, entenderéis que teníamos que hacer referencia  en nuestro periódico sí o sí a la 40 Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA 2018), celebrada durante la semana pasada, concretamente del 20-24, en Zaragoza.

Dada la importancia de este sector y el gran número de catones que se dedican a la agricultura, esta jornada es todo un acontecimiento para nosotros dado que es rara la familia que no tiene un agrónomo entre los miembros más notables de la misma. Bromas aparte, como os hemos comentado, se trata de una iniciativa que ya va por su 40 aniversario y que constituye una buena oportunidad para ponerse al día con las últimas tendencias y novedades de este sector.

Primeramente, nos gustaría destacar que ha sido todo un éxito y que, a pesar de que “nosotros” estuvimos el sábado… no cabía ni un alfiler; en segundo lugar, también nos ha impactado la superficie de esta jornada (evidentemente partíamos de la idea de que las máquinas ocupan bastante sitio) pero es que había tal cantidad de expositores, todos ellos agrupados en 11 pabellones. En el nº 6 estaba Topavi, una empresa catona de pro dedicada a la venta de máquinas especializadas en la recolección de fruto pendular que, todo sea dicho, ha realizado un gran montaje con sus dos M6 y una PV, ¡lo que estamos aprendiendo con este Certamen! Y, por último, pero no menos importante, debemos de destacar la gran organización de la actividad: transportes, parkings, folletos informativos…

De modo que, si alguno de nuestros seguidores se ha animado a leer esta reseña y le gusta y se dedica a esto de la agricultura (a mayor o menor escala -¡vivan los huertos!-), le recomendamos que se anime a visitar esta magnífica feria  el próximo año y, de paso, la ciudad en sí que tiene una gran oferta cultural: el Pilar, la Aljafería, Museo Goya, Museo Pablo Gargallo o, nuestro preferido, el Monasterio de Piedra: historia, fauna, flora… ¿quién puede rechazar este plan?