UN INVIERNO UN POCO SOSO EN VALDEZCARAY

Miércoles, 29 marzo 2017

Publicado en: Local


En el anterior fin de semana fui con mi familia a esquiar a la estación de esquí riojana de Valdezcaray. Tras la hora y media de viaje, llegamos a la estación con una niebla y viento sobrenaturales. Tras otra hora de espera, conseguimos los forfait ya pudimos empezar a esquiar.

 

El problema es que con la niebla y la gran cantidad de calvas que había (para aquellos que no sepan que es una calva, es un lugar donde la nieve no ha cuajado y hay tierra por lo que no se puede esquiar bien) era un día bastante peligroso para esquiar pues las clavas son muy peligrosas y la niebla te limita la vista, ya si sumas ambas se multiplica la probabilidad de accidente. Tras una hora esquiando en estas pésimas condiciones, mi familia y yo cogimos un profesor para que nos enseñara un poco de técnica.

 

Él me dijo que estas calvas ocurren a parte de la causa obvia, falta de precipitaciones en forma de nieve, porque hay veces que no quieren encender los cañones de nieve. Cuando acabé la clase, el tiempo mejoró, la niebla se fue y el viento paró.

 

Mi padre me dijo que con este buen tiempo podrían abrir campos blancos, la cual, desde mi humilde opinión, creo que es la mejor pista de esquí de la estación. El caso, que mi padre conoce muy bien el mundo del esquí (ha esquiado incluso en los Alpes austriacos) me dijo que podrían haberla abierto pero como les daba pereza montar el telesilla no lo hicieron.

 

En conclusión, la estación de esquí tiene un sistema de organización bastante lento, sus trabajadores deberían estar bastante más comprometidos en su trabajo, tanto en los cañones de mesa como con los telesillas. En su defensa, he de decir que sus profesores son muy buenos, graciosos y además te saben enseñar.

 

R.Í.A.S.E.

Curso: 3º ESO

Tutor: Alfredo Castilla

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