CRÍTICA GASTRONÓMICA AL RESTAURANTE “ASCUAS”

El sábado pasado mi familia y yo fuimos al restaurante Ascuas a comer para celebrar el cumpleaños de mi tía. Era un día lluvioso y nada más llegar entramos al restaurante.

La acogida fue muy típica, le preguntamos a la camarera donde nos debíamos sentar y eso hicimos. Tras un interminable cuarto de hora nos trajeron el pan y con él, las cartas.

Tardaron otro cuarto de hora en servirnos el agua y los primeros pero bueno…De primero pedí una menestra. Menudo plato me trajeron, ¡¡¡¡ni que fuera yo una legión!!!! Mi padre y yo tratamos de acabárnosla pero nos fue imposible llegar a la mitad. En su defensa diré que estaba bastante buena, excepto las alcachofas con sabor a lata de conservas.

El segundo plato fueron unas chuletillas porque si el ascuas es famoso por algo, es por sus parrillas. Me dieron solamente dos, mucho contraste con el kilo y medio de menestra anterior. Sabían bastante a madera, cosa que no me gustó así que no fue precisamente lo que más me agradó. Además, mi abuelo se pidió un bacalao a la riojana, cuya salsa tenía menos de riojana que el propio bacalao, picante y aceitosa… muy de La Rioja no era. Tardaron más de diez minutos en atenderle y eso que solo había otras dos mesas además de nosotros. Menudo servicio…

El postre fue la gota que colmó el vaso. Yo pedí unas torrijas, mejor dicho, azúcar quemado con un toque a torrijas. La montaña blanca churruscada cubría una pequeña torrija, esto ya parecía un chiste. Por suerte me la cambiaron y el cocinero tuvo mejor mano en la segunda ocasión.

Desde mi punto de vista el ascuas tiene que mejorar en dos aspectos: el servicio, tanto camareros (uno o dos más les vendría de perlas) y el cocinero, que seguro que no tuvo precisamente su mejor día, nos puede pasar a todos. Por otro lado el precio también le resultó a mi abuelo, que nos convido a todos, algo excesivo. Por supuesto que esta es solo una opinión personal, intentaré volver para ver si la próxima vez quedo más satisfecho.