Una industria con mucha historia
Jueves, 23 febrero 2017
Publicado en: REPORTAJE
Un objeto imprescindible en nuestra vida diaria, nos acompaña desde nuestros primeros pasos, no protege del frío e incluso nos hacer ir a la moda: EL ZAPATO. ¿Qué haríamos sin él? Su historia se remonta a los orígenes del hombre y desde entonces lo llevamos con nosotros. Puede ser que desconozcamos muchas cosas sobre él pero guardamos parte de su historia en lugares como el Museo del Calzado de Arnedo. Un rincón que queremos mostrar y animar a visitarlo.
HISTORIA DEL CALZADO
Desde que el Homo Sapiens comenzó a caminar erguido ya discernió que los pies serían un elemento importante en su vida. Por este motivo comenzó a protegerlos con cueros y pieles.
Para las civilizaciones griega y romana, que tomaron ejemplo de la sandalia egipcia, el calzado, además de proteger los pies, les sirvió también para hacer distinción entre las clases sociales
Fue en la Edad Media cuando se comenzó a ver el calzado como algo estético, se inició la moda del calzado y, principalmente monarcas y nobles gustaban de enseñar y mostrar sus pies cubiertos.
La evolución del calzado llegó realmente en el siglo XVIII con la Revolución francesa. En ese momento se eliminó pomposidad y se buscó la comodidad, incluso se recuperó el uso de las sandalias romanas de cuero; el cuero y la piel fueron los protagonistas en el siglo XIX. Con la irrupción de la industria y el empleo de máquinas que permitían confeccionar en serie zapatos de diferentes modelos, se puede hablar ya de industria del calzado.
LA ALPARGATA
Fue el único tipo de calzado utilizado por las clases populares hasta mediados del siglo XX. En Arnedo, al menos desde mediados del siglo XIX, se producían alpargatas con carácter local, doméstico y artesanal, al igual que otras localidades riojanas como Cervera del Río Alhama, Logroño, Nájera, Haro o Munilla.
El cáñamo y el esparto (plantas herbáceas de las que se obtiene una fibra para fabricar cuerdas y materias primas para la elaboración de alpargatas) procedían de localidades navarras como Sesma, Cárcar, Andosilla, Azagra o Lososa. La introducción posteriormente del yute y la aparición en 1875 de la máquina de coser Singer dejaron a las alpargatas en un segundo plano.
INICIOS DE LA INDUSTRIA DEL ZAPATO EN ARNEDO
Faustino Muro Rubio se considera que fue el primero que instauró la industria del calzado de piel en Arnedo, asentado en la Calle Mayor en 1609. En sus talleres aprendió Timoteo Ruiz, que pasa en 1920 de alpargatero a productor de zapatos mecanizando el proceso.
En 1929 se produjo la llegada de la familia Sevilla, procedente de Munilla a Arnedo. Cándido Sevilla trasladó a Arnedo toda la maquinaria que poseía en Munilla. Era el año 1933 y se creaba una nueva fábrica con producción mecanizada gracias a la utilización del vulcanizado.
EL TRATAMIENTO DE LA PIEL
Para tratar las pieles había que comenzar a ponerlas en salmuera durante 16 horas. A continuación se limpiaban con agua para eliminar la sal y se les aplicaba una solución de agua y cal para ablandar el pelo, que se eliminaba mecánicamente o con un cuchillo romo. Para el curtido se utilizaba cromo. Sobre el cuero se dibujaba con el patrón el zapato correspondiente y se recortaba con las tijeras o cuchilla. Con la machota se sujetaba el cuero y se procedía a coser con la lezna o agujas. Con la pieza acabada se hacían agujeros con las tenazas para colocar los cordones o adornos.
LA INDUSTRIA DEL CALZADO EN LA ETAPA MODERNA
A finales del siglo XX, Arnedo es la segunda ciudad industrial de La Rioja con un entramado de PYMES vinculadas al calzado. Segundas y terceras generaciones de aquellos humildes hombres de espíritu emprendedor han creado nuevas empresas que han dado a Arnedo un nombre más allá del localismo regional, y han conseguido que sea uno de los centros productores de la industria del calzado más importantes del territorio español.
En el año 2003, el Gobierno de La Rioja y la Asociación de Industrias del Calzado y Conexas de la región (AICCOR) iniciaron los trámites para la construcción del Centro Tecnológico del Calzado (CTCR), donde se aplican las últimas tecnologías para crear un calzado con marca de La Rioja.