AUNQUE NO QUIERAS, A COMPRAR EN LAS AFUERAS

Lunes, 06 marzo 2017

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AUNQUE NO QUIERAS, A COMPRAR EN LAS AFUERAS

Digamos que para una ciudad pequeña y cómoda como Logroño, la llegada de

la primera gran superficie comercial, produjo diversas reacciones, desde la curiosidad

hasta el miedo.

Acostumbrados a hacer la compra en la Plaza del Corregidor, Mercado de

Abastos, pequeñas tiendas de barrio y algún que otro supermercado como Sabeco y

Simago, que ya habían irrumpido en las vidas de nuestros mayores, acudir el 29 de

agosto de 1989, a la inauguración del gigante francés Alcampo, cambio sus vidas para

siempre.

Comenzó así un ir y venir con coches cargados de compra semanal a la que

nadie estaba acostumbrado, como tampoco lo estaban a ver tanta oferta de productos

al mismo tiempo. Pero lo que ya pasó a formar parte de su rutina fue la guerra de

precios que ofrecía este coloso. Esos folletos que ofrecían ofertas nunca imaginadas y

que el comprador empezó a tener en cuenta, e incluso a aprender de memoria.

Cuando todavía se estaban acostumbrando a esta nueva manera de comprar,

en el 2003 llegó el Centro Comercial Berceo. Este ya incluía hipermercado, cines y

toda clase de tiendas que se puedan imaginar.

Estaba claro que los tiempos habían cambiado y que la gente necesita cosas

nuevas, pero se consiguió convertir el centro de Logroño, en el fantasma que todavía

hoy luchar por sobrevivir.

Los pequeños comercios de toda la vida no pudieron competir con la oferta de

variedad y precios que los centros comerciales ofrecían. Poco a poco los negocios

fueron desapareciendo del centro: boutiques, jugueterías, tiendas de

electrodomésticos…

Y a la fuerza, hubo que ir a comprar a las afueras, con los inconvenientes que

ello supone: tiempo, uso de un medio de transporte y aguantarse el miedo a los

grandes espacios.

Para nosotros, los jóvenes, lo normal es ir de un centro comercial al otro como

si tal cosa. Hasta los echamos de menos, cuando viajamos a lugares pequeños donde

no los hay.

¿Pero qué pasa con el centro de las ciudades?

Esperemos que el pequeño comercio sepa reinventarse, para que llenen de

nuevo esos locales vacíos que vemos en pleno centro de nuestra ciudad.

¿Qué hay más agradable que ir de compras y que quien te atiende, sepa tu nombre y

conozca tus gustos?

Los reporteros junior

Curso: 3º ESO

Tutor: Adolfo Lezana Muñoz

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