LA GRAN IMPORTANCIA DE LAS PEQUEÑAS FÁBRICAS
Aunque no lo creáis la industria textil del zapato en Arnedo da de comer a varias generaciones de niños pues contrata a una gran cantidad de trabajadores ya que, aunque haya también trabajadores jóvenes, la mayoría de los trabajadores tienen una edad entre los 30 y los 50 años de media. Casi todos los trabajadores tienen esposa e hijos y, aunque no nos demos cuenta, esto es muy importante. Yo soy hijo de un trabajador de este sector. No se encuentra trabajo en todas partes, es raro pero reconfortante saber que un tipo de trabajo con tantos puestos tenga a más de la mitad de empleados con retoños a los que alimentar.
Antaño los jóvenes de 14 ó 15 años empezaban a trabajar por un pago menor al mínimo. A día de hoy tenemos a un hombre, padre de dos hijos que gracias a esta industria sacó adelante una familia. Mi padre, Javier Pérez Marzo, empezó a trabajar a los 14 años en una fábrica donde añadía pegamento u otras cosas a la suela o a diferentes partes del calzado. Dejó este trabajo y buscó otros que mejoraban sus condiciones económicas como por ejemplo en la radio riojana. Ya cuando formó una familia este trabajo no era suficiente, así que volvió a trabajar en la industria del calzado, pero esta vez trabajaba repartiendo las piezas de los zapatos de los trabajadores que además trabajaban para él. Con este negocio, él mismo con un poco de ayuda que mis abuelos les prestaron consiguió subir las ganancias, al punto de poder trabajar en una nave para aumentar el número de repartos. Este trabajo ha sido estable hasta el día de hoy y ha podido mantener a una familia además de pagar a todos sus trabajadores de manera justa y honrada.