VA A CAMBIAR
Jueves, 09 febrero 2017
Publicado en: SOCIO-CULTURAL
Estas últimas semanas de Enero, los alumnos de Escolapias Sotillo hemos recibido unas charlas sobre temas bastante importantes. Desde el tema de relaciones sanas hasta charlas de redes sociales para hablar de sus ventajas e inconvenientes.
Es fácil caer, hay que ser fuerte ¿por qué voy a hacer lo que él/ella me diga?
Aunque suene fácil, el acoso y la falta de libertad de las personas es difícil de ver y de admitir, además, somos nosotros mismos los que nos tapamos los ojos a la hora de ver la verdad, ¿cómo me va a decir eso, si él/ella me quiere? ¿Quizás lleve razón?, ¿igual tengo yo la culpa? …..
Desde de pequeños hemos sido sometidos a una serie de mitos como el de la media naranja, cupido…, incluso la mayoría de nuestras películas favoritas de Disney los contienen. Esto da lugar a confusiones. Esperamos encontrar a la persona que nos complemente y, a veces, esto nos lleva a consentir mÁs cosas de las que deberíamos.
¿Si no tenemos pareja estamos solos?, ¿Dependemos de ella? No lo creo.
Seguro que conocéis a alguien con esta situación o con otras parecidas. Nosotras conocemos un caso, sin irnos más lejos nos vamos al valle del Oja.
Cuando nos enteramos el verano pasado, no podíamos creer lo que nos contaban. Esta grave historia le había ocurrido a una chica de unos 28 años, guapa, con trabajo, pero tuvo la mala suerte de echarse un novio , el cual vivía del mundo de la compra-venta de la droga. Poco a poco, la fue enamorando y, a la vez, apartando de su familia y de todo su entorno de amigos. Se fueron a vivir juntos, parecían felices porque él estaba muy pendiente de ella, pero no era por amor, sino porque para él, ella era suya, y de nadie más. Era posesivo , poco a poco fue maltratándola.
Antes de agredirla físicamente , fue un maltrato psicológico. Al cabo de los días, como nos contaba ella, Él pasaba de maltratarla a todo lo contrario, se convertía en el chico más amable y cariñoso.En esos momentos , ella se sentía culpable, porque pensaba que había hecho algo que la había conducido esa situación límite. Tras unas semanas la protagonista faltó al trabajo unos días, y avisaron a su familia. Su padre fue a buscarla ya que no vivían en el mismo pueblo. Al llegar al destino su sorpresa fue que su hija ya no estaba. Pero él sin rendirse no se lo creyó y fue al domicilio de la pareja a ver si encontraba algo sospechoso. Al llegar allí se encontró el coche aparcado en la puerta por lo que continuó con su idea de entrar en la casa. Con cuidado siguió su camino y les encontró allí. Ya no eran la pareja que buscaba sino dos seres cambiados en los que solo había lágrimas y agresiones. Al ver que su hija tenia unas cuantas heridas la llevó al hospital, y la policía las dijo que tenían que denunciarlo, pero ella lo quería o dependía tanto de él, que le fue imposible hacerlo. Su madre lo denunció, ella salió del hospital, se fue con su familia, pero él la buscaba constantemente y le decía que había sido un error. Tras unos meses la convenció hizo volver con él a su casa. Toda la familia de la chica se quedó angustiada, esperando con miedo a que un día sonase por la noche el teléfono y fuese mucho peor.
Y ese momento llegó. Un día la pobre chica fue maltratada, golpeada brutalmente ,la quemó y le hizo un montón de brutalidades más que ella no se atrevió a contarnos,… Al final lo denunció y actualmente está en la cárcel. Ella se está recuperando poco a poco y ha caído en la cuenta que el amor no es posesión, que cada persona es dueña de sí misma, y que la base de una relación sea de amistad, amor, compañerismo es el respeto. Lo más importante es que el respeto comience en nosotros mismos, porque si nosotros no nos respetamos, no podemos pretender que nos respeten los demás.
Creo que es muy difícil entender cómo aguantó tanto ESTA MUCHACHA, pero ella sentía que todo su mundo era él, y como nos dijo, se sentía sola y que pensaba que era una “inútil” y que no valía para nada. Los maltratadores manejan perfectamente a sus víctimas. Las hacen depender de ellos y anulan su voluntad. Debemos formar nuestro carácter de una forma firme y segura para que nadie pueda hacernos daño, debemos tener una autoestima sana para que nadie nos lastime.