"ME SIENTO PRIVILEGIADA POR CONVIVIR CON OBRAS DE PICASSO, MIRÓ..."
Domingo, 19 marzo 2017
Publicado en: Entrevistas
Buenas noches, lectores. Hoy os traigo una entrevista de una riojana, Pureza Villascuerna. Desde hace mucho tiempo vive y trabaja en Madrid, nada más y nada menos que en el Museo de Arte Reina Sofía. Os animo a que la leáis y conozcáis cómo es su día a día en el Museo y cómo consiguió llegar hasta allí.
Reportera: ¿Qué supuso irte a vivir tan joven a otro lugar sin tu familia y amigos?
Pureza Villascuerna: Lo que yo recuerdo de aquel momento es una mezcla de sentimientos. Por un lado me daba mucho miedo, primero miedo de mí misma, de que se me pudieran olvidar cosas importantes para mí en ese momento, de mi familia, de mi pertenencia al sitio, a mí ese miedo me preocupaba. Pero por otro lado, era un momento con mucha ansiedad, con mucha ilusión, con ganas de descubrir cosas nuevas, salir de tu zona de confort, de aprender, de vivir experiencias nuevas, de enriquecerte, de crecer como persona.
R: ¿Qué echas de menos de tu tierra?
PV: Lo primero y fundamental tus seres queridos, tu familia, eso es lo principal, lo que más echas de menos todos los días. Pero a la vez es una cosa paradójica porque precisamente te das cuenta de lo importante que es, ya que al estar lejos lo valoras más. Es una cosa muy curiosa, porque sí que lo echas de menos todos los días pero, por otra parte, yo creo que si estuvieras viviendo todos los días con ellos no serías tan consciente. Eso es lo más importante para mí, echarles de menos a diario y no poder estar, a lo mejor, en momentos que piensas que tendrías que estar ahí o que te gustaría estar y que no puedes, por la distancia. Y luego echas de menos muchas cosas, muchos detalles tontos, como salir una tarde y en 5 minutos estar en el campo, un día en verano querer ver un cielo estrellado y que en Madrid haya mucha contaminación y no se pueda ver si no sales a la sierra, por ejemplo, coger la bici y dar una vuelta sin coches, tomar unos pinchos en la Laurel…ese tipo de cosas cotidianas del día a día…lo más importante, sin duda, lo que te he dicho al principio.
R: ¿Qué le debes a la capital?
PV: A la capital le debo muchas cosas. Creo que lo primero de todo enriquecerte, darte cuenta de que no estás solo en el mundo, de que hay mucha gente mucho mejor y también mucho peor que tú…con valores diferentes que los tuyos que te hacen plantearte cosas, sobre tu forma de pensar y de sentir. La capital es un sitio muy grande con muchas opciones, algunas muy buenas y otras muy malas, tienes que elegir la que encaja más con tu forma de pensar, de sentir, de ser, pero sobre todo muchas oportunidades. Se puede optar por muchas experiencias vitales de todo tipo: culturales, sociales…es una de las cosas que pasan a diario en las capitales con un número de habitantes elevado, donde hay gente muy diferente y esta mezcla es muy enriquecedora y te permite aprender cosas nuevas.
R: ¿Cuál es tu ocupación profesional allí?
PV: Soy responsable del Almacén de Obras de Arte del museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y eso significa que tengo que ocuparme de recepcionar obras y buscarles una ubicación adecuada donde estar depositadas todo el tiempo que permanezcan en él, pero además, tengo que ocuparme de que ese lugar sea lo más seguro posible, que esté controlada la entrada de todo el mundo, donde se pueda estudiar y documentar esas obras, investigar sobre ellas.
R: ¿Cómo te sientes trabajando allí?
PV: Me siento muy bien, me gusta mucho ese sitio de trabajo porque a veces pasan cosas muy curiosas en él. Especialmente cuando viene gente a ver las obras que tenemos depositadas en almacén. Hace poco tuvimos la visita de una sobrina de un arquitecto español, Casto Fernández Shaw, que diseñó muchos proyectos, especialmente parkings, mercados y barriadas enteras de Madrid. Esta señora quería ver las maquetas de los proyectos que su tío diseñó, y que tenemos custodiadas en el museo. Nos dijo que recordaba cuando era pequeña, ir a la casa de su tío Casto y jugar con esas maquetas, para ella lo que ahora guardamos como obras de arte de nuestro patrimonio, no eran más que juguetes con los que jugar de niña. Por eso, me siento bien, es un trabajo que puedo hacer bien, me preocupa que las condiciones ambientales sean correctas, que los materiales sean de calidad, que la manipulación de esas obras sea cuidada…creo que hago un trabajo importante, intento conservar el patrimonio de todos los españoles, que nos pertenece a todos en las mejores condiciones posibles. Es un trabajo para el que estoy capacitada y que me realiza.
R: ¿Qué sientes al poder observar y trabajar con obras de célebres artistas?
PV: Muchas veces me lo planteo y creo que tiene una respuesta en dos sentidos. Por un lado, en general me siento una privilegiada, porque no todo el mundo puede, en su día a día, estar conviviendo con obras de Picasso, Miró…Eso es un lujo, que lleguen a ti, que pasen por tus manos, que puedas tocarlas, hay un poco casi de fetichismo en eso. Poder estar delante de una obra que alguien pintó o creó hace años y que te hace preguntarte qué estaría pensando en ese momento, que pasaría por su vida entonces, si era feliz o no cuando creó esa obra, si tenía dinero o tenía que recurrir a productos peores porque no tenía dinero…y por otro lado también a veces me da qué pensar que este mundo del arte es un poco falso y que no es justo porque hay muchos casos de artistas que murieron en la indigencia, porque no eran reconocidos en su momento, y en cambio ahora sus obras, alcanzan valoraciones elevadísimas…sin embargo, para ellos la creación artística era una pulsión vital, una necesidad, como hablar, comer… Necesitaban expresarse a través de ese medio y no dejaban de hacerlo a pesar de sus circunstancias.
R: ¿Cómo conseguiste llegar hasta donde estás?
PV: Ha sido un larguísimo camino con mucho esfuerzo, y yo creo que esa es la lectura positiva de todo en la vida, cuando te esfuerzas y luchas por conseguir algo y al final lo consigues te sientes muy orgullosa de ti. Pero para llegar hasta ahí… le debo muchísimo a mucha gente, especialmente a mis padres, por haberme proporcionado los recursos para estudiar la carrera de restauración. Tuve que estar en Madrid durante 4 años estudiando y necesité que mis padres estuvieran ahí respaldándome económica y anímicamente. Conseguí ser restauradora y estuve trabajando en diferentes ciudades y pueblos, pero me di cuenta de que esa vida exigía mucho de uno mismo, estar continuamente yendo de pueblo en pueblo sin rumbo fijo. Entonces decidí intentar hacer algo parecido a lo que me gustaba y me enteré de que había oposiciones para funcionario del Estado y que consistía justo en la conservación del patrimonio en museos. De nuevo, conté con el apoyo de mis padres para dedicarme únicamente a preparar estas oposiciones y, después de 2 o 3 intentos, lo conseguí. Allí estoy desde hace 12 años.
R: ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
PV: Justo ahora, desde hace 4 días, estamos trabajando en el montaje de la exposición temporal “Piedad y terror en Picasso”. Va a ser una exposición muy interesante pero a la vez muy sombría que va a tratar justamente los años de la guerra en Picasso, de nuestra guerra civil. Van a participar en ella muchas obras tristes y un poco duras, todos los bocetos preparatorios que hizo Picasso para el Guernica, de mujeres llorando, tirándose de los pelos, llorando por la pérdida de un niño o de sus seres queridos. Ahora mismo estamos metidos de lleno en esto, empezamos a montarlo el martes pasado y la exposición se inaugura el día 4 de abril. Te invito a que vengas a verla, creo que va a ser muy interesante. Vendrán muchas obras del MoMa o de la Tate, de todo el mundo y es una oportunidad muy buena para poder disfrutar de esas obras mucho más cerca.
R: Y, por último, no quiero despedirme sin darle las gracias a Pureza por su tiempo y por haberme hecho aprender tanto con esta entrevista. Recordad: ¡todo esfuerzo tiene su recompensa!