CIERRE ALTADIS

Como muchos sabrán, la fábrica Altadis dejó de producir el pasado 31 de diciembre de 2016. Anteriormente, a mediados de abril de 2016, la fábrica ya anunció el cierre de esta y este hecho ha tenido consecuencias graves y que afectan a la economía de muchas familias de la Comunidad Autónoma de La Rioja.

 

Altadis era una fábrica que se encargaba de la producción de paquetes de tabaco. Se encargaba de exportar cigarrillos a muchos países extranjeros, para lo cual contaba con  máquinas de alto valor. Además, en esta fábrica trabajan mas de 400 empleados, dando lugar a una de las fábricas más grandes de la comunidad.

 

 

Un empleado de la fábrica, Francisco Jiménez, nos cuenta en primera persona su experiencia como trabajador:
Le preguntamos sobre cómo han llevado la noticia en la fábrica y cómo ha afectado a las familias. Nos dice:
“En la fábrica la gente estaba destrozada el día de la noticia, ya que muchas familias se habían quedado sin trabajo, había parejas en las que ambos miembros trabajaban en la fábrica, o que sólo trabajaba una persona de la familia etc.”.
También le preguntamos sobre qué había ofrecido la fábrica a los trabajadores para compensar esta situación y nos dijo que habían ofrecido puestos de trabajo en Alemania, Holanda y, posteriormente, ofrecieron más de cien puestos en la fábrica de Solares (Santander). Este último destino era el más demandado, puesto que es la opción que se encuentra más cerca de la Rioja. Hoy en día, la mayoría de las familias que se han ido a Solares ya se han instalado y viven allí, o se organizan para venir los fines de semana a ver a sus familias.

Por otro lado, a los empleados que tuvieran más de 51 años les dieron la oportunidad de prejubilarse. A su vez, a un grupo de 19 trabajadores nacidos en los años 1966-1967, se les ha dado la oportunidad de quedarse 1-2 años desmontando la fábrica y así, después prejubilarse.

 

Según nos cuenta Francisco, algunos de sus compañeros al principio se sentían abrumados y nerviosos, ya que no sabían lo que les esperaba en la nueva fábrica y no conocían a sus nuevos compañeros. Según han ido pasando las semanas, las familias ya se sienten más a gusto y cómodas en su nueva ciudad. Una familia que ha tenido que irse a vivir a Santander nos cuenta que lo más difícil para ellos ha sido que sus dos hijos se han tenido que cambiar de colegio y ciudad al igual que la mujer del trabajador. Otro caso de un trabajador es que el solo se ha tenido que ir a Santander y su familia se ha quedado en Logroño ya que la mujer tenía un puesto de trabajo y no podía dejarlo. Ambas familias dicen que ha sido una época difícil y complicada.
Los trabajadores piensan que la noticia se dio de una forma indebida ya que fue repentina, por ello, ha sido un cierre inesperado y que ha afectado a muchas familias.

En general las familias lo han pasado mal, pero todo se supera y desde aquí os mandamos mucho ánimo.

 

Un placer hablar vosotros y verlo todo desde vuestro punto de vista.