Quien tiene una cueva tiene un trozo de historia
Durante más de tres siglos, las cuevas situadas en el Cerro San Miguel y en el castillo de Arnedo han sido el hogar de muchas familias y el refugio de muchos de nuestros mayores durante la posguerra.
Mi abuela siempre me contaba cuando era pequeño cómo era la vida en una cueva, ya que ella tras venir a Arnedo de San Sebastián vivió en una de éstas peculiares viviendas.
Se cree que hay más de 100 cuevas en total en la localidad de Arnedo, que es la ciudad con más cuevas utilizadas en el pasado en La Rioja. Hace unos 300 años servían como hogar a los campesinos que cultivaban sus tierras en la ribera baja del Cidacos, Las cuevas estaban situadas en la parte alta de Arnedo, en los barrancos y yasas de los alrededores y en las peñas del castillo de esta localidad.
La gente comenzó a dejarlas en desuso 200 años después, pero tras la guerra civil, España se vio asumida en la máxima pobreza, por lo que las familias volvieron a las cuevas para vivir.
Actualmente ya nadie vive en ellas, pero algunos las han conservado y ahora se utilizan como lugar de reunión o de bodega.
Son numerosos los arqueólogos que piensan que las hicieron los habitantes del poblado celtíbero para proteger sus reservas de alimento y pieles, pero no se han hecho investigaciones serias para confirmar de qué época datan.