A cada cerdo le llega su San Antón
Jueves, 16 febrero 2017
Publicado en: Cultural
En Igea y Aguilar del Río Alhama (La Rioja) la matanza del cerdo es parte fundamental de la festividad de San Antón
A. SÁNCHEZ, R. MIGUEL, J. FERNÁNDEZ, C. SÁNCHEZ y M. MORALES, Cervera del Río Alhama
España no puede tener un único emblema nacional que sea vegetal, como el arce en Canadá o el cedro en Líbano. Por mucho cariño que tengamos por Naranjito, la mascota del Mundial 82, el símbolo del país parece decantarse por el reino animal. Desde antiguo hablamos de la «piel de toro» (Estrabón) para referirnos a la península Ibérica. ¿Qué otra figura animal puede disputar al toro su condición de tótem? Por su importancia en nuestra cultura y gastronomía, quizá sea el animal con más nombres: marrano, puerco, tocino, gorrino, gocho… El a veces tan denostado cerdo.
Un magnífico ejemplo del papel del cerdo en la vida española es la matanza, que es un procedimiento habitual de sacrificio de uno o varios cerdos con el claro objetivo de aprovechar su carne. La fecha emblemática es el 11 de noviembre, por San Martín; de ahí el famoso refrán. Pero una particularidad de Aguilar del Río Alhama e Igea, localidades de La Rioja Baja, es que el 17 de enero, coincidiendo con la fiesta de San Antón, patrón de los animales, se celebran varios actos para homenajear al cerdo. Evidentemente, el acontecimiento principal es la matanza.
Mientras en La Rioja Baja la noche se ilumina con hogueras que miran a los cielos desde Calahorra hasta Alfaro, de Cervera a Cabretón, en esta comarca, cuyas huertas y peñas son regadas por los ríos Alhama y Linares, aparte de las celebraciones alrededor del fuego, destaca el protagonismo que adquiere el sacrificio del cerdo en Aguilar e Igea. Desde hace años, con ligeras variaciones en cuanto a la fecha y el lugar, en estos pueblos bajorriojanos se festeja la matanza con esa alegría tan característica del cerverano.
Cantera chacinera
La tarde del día 17 de enero, la asociación Igeensis organizó, con el apoyo del Ayuntamiento de Igea y de numerosos vecinos, una jornada de marcado carácter popular en torno a la matanza. Las actividades se iniciaron con el taller “Haz tu chorizo”, destinado a crear cantera chacinera entre los jóvenes igeanos. Casi medio centenar de niños y adolescentes, previamente inscritos dada la aceptación del taller, recibieron exacta instrucción acerca de los pasos que hacen del sacrificio un ritual: el engorde del animal, los movimientos precisos del matarife, los instrumentos necesarios para cortar la carne, la limpieza de la pieza… Teoría y práctica. Los chavales elaboraron el picadillo, lo introdujeron en los intestinos y ataron el embutido finalmente; en otras palabras, hicieron su propio chorizo. Por tanto, nadie puede discutir la coherencia del título del exitoso taller. En la Plaza Pedro M.ª Sainz Alonso, presidida por el imponente frontón, Donato Ruiz, carnicero cabretonero que colabora habitualmente en el festejo, despiezó un cerdo entero para sortearlo por lotes entre los vecinos que compraron los vales en los días precedentes en distintos establecimientos comerciales del pueblo. Además, los numerosos visitantes que se acercaron a Igea, aparte de calentarse al lado de la hoguera, pudieron disfrutar de la degustación de centenares de raciones de picadillo y de la cuidada ambientación musical que desde unos altavoces invitaba al baile, así como la música había anunciado por la mañana la misa y la comida de hermandad de la Cofradía de San Antón.
En Aguilar del Río Alhama, la fiesta tuvo lugar el día 21 de enero, ya que el día 17 la Cofradía de San Antón destinó la jornada a acudir a la iglesia a bendecir a los animales. Ese mismo día los cofrades se fueron a comer hasta que se realizó, ya por la tarde, el tradicional encendido de la hoguera en la Plaza Mayor; por la noche, los cofrades después de cenar prepararon chocolate para los niños y asaron chorizos en la misma hoguera para el disfrute de todos los vecinos. En Aguilar también hubo sorteo de dos hermosos cerdos, valorados cada uno, en 200 euros.
La vieja Iberia se asemeja a una piel de toro extendida (Estabón), pero también, como ya nos recordó el antropólogo Luis Pancorbo, a un jamón con la pezuña mirando a oriente. En Igea y Aguilar, por San Antón, esa bien podría ser la enseña nacional para rendir tributo al cerdo.