Escolapios se da un lavado de cara y cambia el viejo y emblemático muro por una nueva y sofisticada valla la cual ha causado polémica entre la familia escolapia.

El colegio de Escolapios de Logroño, con sus 90 años de historia ha llegado al momento en el que ha tenido que renovarse. Durante el periodo de verano de 2016 las obras han sido constantes en el colegio, tanto dentro como fuera.

Además de cambiar el mítico suelo de brea del patio de “brea” en el cual muchos de los alumnos, ex-alumnos y padres se han dejado las rodillas debido a las caídas. También el edificio ha cambiado por dentro renovando cristaleras, equipamiento informático y alumbrado. Pero si hay que destacar algún cambio por encima de todos los demás, este será la caída del emblemático muro de Escolapios.

Durante muchos años este muro ha dado la seguridad a los alumnos del centro pero les ha quitado el contacto visual con el resto del barrio además de dar la sensación de encontrarse dentro de una fortaleza.  El cambio ha sido la sustitución del muro por una valla de tubos metálicos colocados en línea formando W constantes hasta el final. Esta valla ha traido mucha luz al centro pero a la vez muchas sombras ya que no ha sido del agrado de muchos. Como todo cambio tiene sus pros y sus contras sus ventajas y sus desventajas sus seguidores y sus “haters”.

Pero bajo mi humilde punto de vista este cambio me gusta, no solo porque da más vida al colegio sino porque hace que nos sintamos más a gusto.

Roberto Tobalina Navarro